Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

El pistacho, pistachero  o alfónsigo es un árbol de cultivo antiquísimo en países tradicionales como Grecia, Irán, Siria, Afganistán, Pakistán y otros, especialmente conocido y cultivado en las regiones montañosas de estos países, característicos de zonas secas y áridas.

Su cultivo se ha ido extendiendo por Europa y América como consecuencia de sus excelentes cualidades para poder controlar enfermedades con sus contenidos en distintos productos que mejoran el sistema alimenticio, con una serie de ventajas para protección de la anemia, mejorar la visión, propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

El fruto, que es el que se comercializa, contiene vitamina B1, B6, riboflavinas, ácido fólico y parte de vitamina E y vitamina K.

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El cultivo se introdujo en Europa en fechas posteriores a la dominación romana y en América a partir de los inicios del siglo XX. Es una planta que se adapta perfectamente a los climas secos y tolera muy bien las heladas, aunque admite también el riego sin que sea excesivo, pues una cantidad de agua superior a sus propias necesidades produce enfermedades en las raíces de las plantas, impidiendo su cultivo, producido por una relativa mala adaptación al cultivarse en zonas, climas y suelos distintos de los propios de las zonas tradicionales.

En España su cultivo se ha extendido de forma  muy rápida en los últimos años, siendo la región de Castilla-La Mancha la de mayor superficie de toda España, dada su perfecta adaptación y los resultados obtenidos a la adaptación de terrenos y climas muy similares a donde su zonas originales de cultivo.

Descripción botánica

El pistacho es un árbol de la familia botánica de las Anacardiáceas, de no muy alto crecimiento y con tendencia a la vecería (producción cada dos años). El árbol es dioico, por lo que tiene plantas con flores masculinas y otras plantas con flores femeninas, por lo que en las plantaciones regulares se hace necesario poner un determinado porcentaje de plantas masculinas para poder polinizar a las plantas portadoras de flores femeninas.

Las hojas son relativamente grandes, pinnadas a lo largo de los pedúnculos con tres a cinco foliolos y de hojas caedizas en invierno. Las flores no tienen pétalos y las inflorescencias están agrupadas en panículas con varias flores. El fruto es una drupa carnosa que va secándose en el propio árbol y que  cuando se seca abre por el centro con un ruido particular donde deja ver la semilla. La variedad más cultivada es la Kerman.

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Datos estadísticos

Los principales países productores de pistachos son: Irán, que es la mayor productora mundial con 472.097 toneladas, seguido de Estados Unidos, Turquía, Siria, China, Grecia e Italia.

En España en los últimos años se ha extendido rápidamente pasando en pocos años de una superficie de 15.847 hectáreas a unas 25.000 has. que existen actualmente y en franca progresión, con una producción de 7.000 toneladas.

La región de Castilla-La Mancha acapara el 70 por ciento de la producción de España, seguida de Andalucía con 3.500 has y Extremadura con 900 has.

La especial adaptación de esta planta en Castilla-La Mancha se ha producido como consecuencia del aprovechamiento de superficies marginales de cultivo cerealista que  se ha producido como consecuencia de una buena adaptación de esta planta a las condiciones climáticas existentes, así como el tipo de suelos ligeros y permeables de ciertas zonas de la región especialmente en la llanura manchega y una buena adaptación al sistema de riego controlado por goteo.

También han influido notablemente las buenas perspectivas de precios,  pues durante los últimos años la cotización de los pistachos ha mantenido unos precios medios de 11,15 a 11,85 euros por kilo de producto.

Otros aspectos

El pistacho cultivado como especie Pistacia Vera procede de un injerto realizado en campo o en vivero. La característica de ser una planta dioica impide averiguar y conocer  previamente qué tipo de planta se produciría si plantáramos la semilla, por lo que tendríamos que esperar que el árbol produjera flores para saber esta dicotomía que pudiera producirse, por lo que para asegurar que es un pistacho no germinado se injerta mediante  la utilización de un patrón sobre el que se injerta una yema de la Pistacia Vera L. que no está sujeta a desconocimiento de su procedencia.

El patrón normalmente utilizado procede de una planta del mismo género pero de distinta especie que normalmente es el Pistacia terebinthus L., que, casualmente, es una planta conocida como Cornicabra, abundante como planta silvestre en gran parte de nuestra región de Castilla-La Mancha, como planta rústica y, por su presencia en la Región, adaptada a nuestros suelos y climas. El injerto es un tema delicado y es necesario hacerlo por personas experimentadas, porque puede producir fallos con relativa frecuencia.                            

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