Es una lagartija presente en toda la Península Ibérica, en todo su territorio sin excepciones. También se encuentra en Francia y en el norte de África.
Es una de las muchas lagartijas que existen en España y ésta es la de mayor tamaño. Lo más característico son las dos líneas dorsales de color blancuzco-amarillentas. La cola es mucho más larga que el cuerpo y cabeza. Su color general es pardo. Los machos suelen tener una o dos manchas en los hombros y cuando están en celo la cabeza aparece anaranjada. Las escamas que recubren el cuerpo son aquilladas e imbricadas, lo que las permite identificarla del resto de lagartijas hispánicas.
Acostumbra a poblar las zonas de terrenos donde abunda la hojarasca y restos vegetales, evitando las zonas descubiertas, como medida de protección por los numerosos depredadores que tienen. Cuando está en peligro pierde la cola. Se reproduce de abril a junio, deponiendo de ocho a diez huevos. Las nuevas lagartijas recién nacidas hacen su vida individual en ese mismo momento. Es de movimiento diurno y se encuentra frecuentemente soleándose al aire libre. También es característica la emisión de chillidos.
Se alimentan fundamentalmente de ortópteros (grillos y saltamontes) que capturan con gran facilidad.
En nuestra comarca la solemos encontrar en cualquier lugar y siempre en zonas cubiertas y es muy frecuente observarlas tomando el sol encima de rocas y piedras a plena luz del día.