Ya hemos comentado en alguna ocasión que la actual ubicación de la localidad de Riópar se produjo como consecuencia de la instalación de un poblado de trabajadores en una mina que se constituyó para la explotación del recurso minero encontrado en el monte que disponía de calamina, un mineral muy utilizado y que resultaba escaso a nivel mundial.
Historia
Toda la historia sobre la explotación de este recurso minero, que hemos podido recopilar, que es abundante y que tratamos de resumir, se inicia a raíz del aprovechamiento de este yacimiento minero.
Como sabemos Riópar es una población de Albacete situada al sureste de la provincia y dentro de la comarca de Sierra de Alcaraz. En sus parajes surgen las chorreras y cascadas del rio Mundo en su nacimiento.
A unos tres kilómetros se encuentra el Riópar Viejo y su castillo.
Ya a mediados del siglo XVIII se conocía la existencia de un yacimiento de calamina en las lomas del Calar de río Mundo, cuando se produjo la intervención en 1771 de un experto mineralogía, llamado Juan Jorge Graubner, de origen vienés, realizó una inspección a la zona donde se encontraba el mineral. A partir de esa fecha y después de distintos trámites administrativos y gestiones económicas instaló en 1781 las llamadas Reales Fábricas de Alcaraz.
Estas fábricas se instalaron en dos emplazamientos. Uno denominado San Jorge, en honor al experto, que se ubicó a la falda del monte de la mina y otra segunda fábrica en las proximidades del río, realmente la llamada San Juan de Alcaraz.
En la primera se obtenía el cinc contenido en la calamina y la obtención del refinado del cobre y en la segunda donde se procedía a la obtención del latón. Esta fábrica es la que se desplazó de su situación original por estar muy próxima al Riópar antiguo y es donde actualmente se encuentra el Riópar que hoy conocemos.
La explotación de las minas continuó su proceso extendiéndose en otra tercera fábrica para la obtención de planchas de cobre, que no dio resultado, denominado El Laminador o San Miguel.
Las continuas crecidas del río Mundo produjeron bastantes daños en la primera fábrica por lo que tuvieron que trasladarse a la de San Juan de Alcaraz la mayoría de las instalaciones.
En el año 1815 el proceso productivo desciende considerablemente por el mal funcionamiento y deterioro de la fábrica y, a pesar de las inspecciones realizadas para la posible reparación y mejora de las instalaciones, se dejan a su aire sin realizar ninguna inversión. En el año 1831 se privatizan las instalaciones hacia una entidad privada en forma de sociedad y ya en 1846 se traspasa a otra sociedad que las sigue explotando con las mejoras realizadas, hasta que llega un momento en que la mina se va agotando y no merece la pena su explotación y en 1884 la empresa cierra la fabricación, quedándose en manos de los trabajadores que las explotan hasta el año 1996.
Situación actual
Las minas se encuentran totalmente abandonadas y de las instalaciones no quedan nada más que los muros de las distintas construcciones.
En 2008 fueron declaradas Bienes de Interés Cultural.
En las ruinas de la fábrica de San Juan de Alcaraz se ha habilitado un Museo representativo de las minas y de su producción.
