Unión de agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha junto a la Plataforma de damnificados por la plaga de conejos han convocado una concentración para el próximo miércoles día 26 de abril a las 9.30 a las puertas de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, para que la Junta de Comunidades:
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Declare Plaga la invasión de conejos que asolan los cultivos.
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Los fondos del segundo pilar de la PAC, el llamado Programa de Desarrollo Rural o PDR, deben emplearse en su totalidad. Según afirman miembros del sindicato: “en el último periodo se han devuelto 700 millones de euros de los 1500 concedidos a la región, y otros 500 millones de euros se han utilizado para pagar a una empresa privada afín al Gobierno regional. Lo que queda para la agricultura son migajas.” Declaran que, bien empleados, estos fondos podrían darle un impulso al sector.
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Ponga encima de la mesa medidas para paliar la actual sequía que dejará sin cosecha de cereal y diezmara la de leñosos en gran parte.
Desde la organización agraria han preparado sendos informes en los que se detalla cómo proceder para solucionar los distintos problemas de la región. Son propuestas firmes, con números que son aplicables con voluntad de apoyar al sector agrario.
Los fondos del desarrollo rural deben emplearse para:
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Convocar ayudas a jóvenes agricultores con carácter anual
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Facilitar las inversiones de las explotaciones existentes, también con carácter anual
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Apuntalar las ayudas de la agricultura ecológica para que nadie se quede fuera
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Destinar ayudas para compensar los daños por plaga de conejos y otra fauna silvestre
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Reactivar las ayudas a las zonas desfavorecidas
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Apoyar claramente la ganadería extensiva
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Abrir una línea de apoyo al azafrán, que se encuentra en peligro de extinción
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Apostar por la apicultura con ayudas que soporten la compleja situación en la que se encuentra el sector.
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Apoyo a las zonas ZEPA
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Y un largo etc.
Afirman que hay dinero suficiente para todo, pero hay que gestionarlo debidamente, evitar su devolución a Europa y no sufragar partidas presupuestarias que no corresponden a la agricultura, con fondos del desarrollo rural.
