Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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El INE ha dado a conocer hoy la tasa de variación anual del IPC del mes de marzo que se sitúa en el 3,4 % en Castilla-La Mancha.

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La secretaria de Política Sindical y Empleo de UGT CLM, Isabel Carrascosa, ha valorado positivamente el descenso registrado, ya que nuestra región en la que más ha bajado el IPC; pero recuerda que todavía hay que luchar por ajustar las rentas al coste de la vida para que las familias de la CLM no sigan perdiendo poder adquisitivo.

Cooperativa virgen de las Viñas de Tomelloso

“No podemos olvidarnos de que la capacidad de las familias de Castilla-La Mancha sigue devaluándose en este 2023, por ello es imprescindible ajustar las rentas salariales al coste actual de la vida, para sostener y fortalecer la actividad económica y la creación de empleo. Además, es urgente frenar el proceso de empobrecimiento de la clase trabajadora”.

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Carrascosa, ha hecho hincapié en la necesidad sentarse a negociar el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva, para lo que ha hecho un llamamiento a la patronal.

“Es fundamental hacer un nuevo llamamiento a la patronal para que se sienten de una vez por todas a negociar el nuevo acuerdo para el empleo y la negociación colectiva. Para que aporten ideas, y expliquen su postura. No cabe duda de que este bloqueo está favoreciendo que muchas empresas se aprovechen de la inflación para elevar sus beneficios”.

Castilla-La Mancha es la región donde más ha bajado el IPC en marzo

La tasa de variación anual del IPC del mes de marzo se sitúa en el 3,4 % en Castilla-LA Mancha. Esta tasa es 3 puntos y medio inferior a la registrada en el mes anterior. Lo que sitúa a CLM como la región donde se ha producido el mayor descenso del IPC.

Los grupos que más bajan son; la vivienda que disminuye su variación hasta el 18,7 %, fundamentalmente por la bajada de la electricidad, y en menor medida del gasóleo para calefacción. Y el transporte que sitúa su tasa en el 4,5 %. Y cuyo descenso se debe a la disminución de los precios de los carburantes. También baja el vestido y el calzado y los alimentos y bebidas no alcohólicas, aunque destaca el aumento del precio de las legumbres y hortalizas.

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