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Cuadernos Manchegos
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CCOO de Castilla-La Mancha advierte de que las mujeres se encuentran en una posición de desigualdad con respecto a los hombres en la formación profesional para el empleo, principalmente en la formación de las empresas, y emplazan a eliminar los frenos y barreras que dificultan que las mujeres puedan acceder a esta formación.

CCOO de Castilla-La Mancha, en colaboración con  FOREM CLM, ha elaborado un estudio sobre el “Acceso y las necesidades de las mujeres en la formación profesional para el empleo” en el marco de las acciones promovidas por la JCCM para la prospección y detección de necesidades formativas en nuestra región.

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Los principales objetivos que nos marcamos pretendían evaluar la existencia de  desigualdades de género ligadas a la formación profesional para el empleo; identificar los factores centrales que pueden condicionar el acceso de las mujeres a la formación; analizar las barreras y dificultades que tienen las mujeres trabajadoras para recibir formación en la empresa y fuera de ella; estudiar las necesidades y demandas de las trabajadoras sobre la formación transversal y la vinculada al puesto de trabajo; y definir las preferencias de estas sobre la modalidad y duración de la formación, explica Encarna Sánchez, secretaria regional de Formación para el Empleo de CCOO CLM.

En Castilla-La Mancha el 63,3% de las personas trabajadoras participantes en la formación de las empresas son hombres, frente a un 36,7% de mujeres. La diferencia entre mujeres y hombres a nivel regional es de 27 puntos porcentuales, mientras que a nivel nacional esta diferencia es inferior, del 11,4%. CCOO CLM advierte de la brecha de género en materia de formación para el empleo, una situación que se agrava en el caso de nuestra región.

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El no disponer de un acceso equitativo de la mujer a la formación a menudo revierte en la dificultad de crecer profesionalmente dentro de una empresa, de adquirir un puesto de responsabilidad en un futuro e impacta directamente sobre las condiciones retributivas de las mujeres a lo largo de su carrera profesional, afirma Sánchez.

El perfil predominante del participante en acciones formativas es hombre, de entre 36 a 45 años, que trabaja en una empresa de mínimo 250 personas en plantilla y cuya categoría profesional es trabajador cualificado.

De este estudio sobre el “Acceso y las necesidades de las mujeres en la formación profesional para el empleo” se desprende que cerca de 8 de cada 10 mujeres ocupadas conoce el sistema de Formación Profesional para el Empleo, pero únicamente un 26% señala haber participado en alguna acción formativa relacionada con su sector profesional en los últimos 2 años.

Entre las principales barreras y obstáculos están la dificultad para realizar el curso en horario laboral (aunque la formación programada por las empresas debe de realizarse dentro de este); que el horario de los cursos es incompatible con la actividad familiar/personal; que no encontraron acciones formativas interesantes y/o que la empresa no ofrecía formación a sus empleados y empleadas.

Para las mujeres que en los últimos dos años han realizado acciones formativas en el ámbito de la formación profesional para el empleo, dentro y fuera de la empresa, así como para aquellas que no han realizado ninguna formación, el “tiempo” es la barrera principal que les obstaculiza continuar en algunos casos con la formación profesional a lo largo de su vida, sobre todo para las mujeres que viven en pareja o solas y que tienen hijos/as y/o parientes dependientes a cargo. Estos resultados van en línea con la doble jornada de trabajo adquirida por la mujer y los estereotipos y roles que siguen asignando las tareas de cuidados principalmente a las mujeres.

En el análisis de las materias formativas más demandadas, estas se concentran en un número reducido de sectores o áreas de actividad considerados tradicionalmente del género femenino, como son el sector de la administración, la sanidad y los servicios a la comunidad, áreas y ámbitos profesionales donde tienden a predominar mujeres. Datos que muestran como hoy en día se sigue produciendo segregación ocupacional.

En definitiva, la secretaria regional de Formación para el Empleo de CCOO CLM subraya que para garantizar un acceso equitativo a la formación profesional para el empleo y favorecer el desarrollo profesional de las mujeres, su estabilidad laboral y mejorar sus condiciones laborales y retributivas se deben reducir y eliminar los frenos y barreras que dificultan el acceso de las mujeres a la formación. Se debe apostar por la formación a lo largo de la vida de este colectivo, incrementando la participación de las mujeres en los planes de formación de las empresas, especialmente las que  tienen menor cualificación,  las trabajadoras de pymes y micropymes, fomentando la  formación on-line y en áreas tecnológica y científica, donde se encuentran infrarrepresentadas.

Así mismo, se debe asesorar y sensibilizar a las empresas y a las entidades vinculadas con la formación profesional para el empleo para garantizar la igualdad de género en todas las esferas formativas y profesionales.

Es necesario incentivar a las empresas para que ofrezcan formación profesional a sus empleados y empleadas; se les debe informar, asesorar y sensibilizar sobre la importancia que tiene la formación continua en el desarrollo profesional de los trabajadores y trabajadoras, así como en la repercusión positiva que tendrá como ventaja competitiva para las empresas.

Las empresas y los centros de formación deben apostar por medidas de conciliación para facilitar el acceso de las mujeres a la formación, a su vez, deben otorgar facilidades a través de horarios formativos flexibles o en modalidad online. Otra  línea  de  actuación pendiente en materia de cualificación de las mujeres es su participación en programas y acciones formativas dirigidas a  dotar de conocimientos y habilidades que faciliten su acceso y desempeño en cargos directivos, concluye Sánchez.

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