Izquierda Unida de Castilla-La Mancha reclama fiestas seguras, por ello la vicecoordinadora regional de la formación insta a los ayuntamientos a ubicar ‘Puntos Violeta’ en los recintos o espacios habilitados para la realización de fiestas, romerías o conciertos, porque “esto nos ayudará a tener espacios más seguros para las mujeres, y además será una llamada de atención ante las múltiples agresiones que sufren las mujeres en situaciones de aglomeraciones, cuando algunos encuentran su oportunidad para agredir y acosar”.
Y puesto que los ‘Puntos Violeta’ se establecieron para disfrutar de las fiestas en libertad como referencia y advertencia ante agresiones, Izquierda Unida Castilla-La Mancha ha elaborado unos carteles con consejos para que se difundan en las fiestas, para divulgar que “es posible tener muestras de afecto con quienes y cuando se quiera, y que es posible vestir de una determinada manera sin que eso sea animar a nadie a tocar”. En los carteles se explica que “es obligatorio ser respetada sin tener que aguantar comentarios no deseados, bailar sola o acompañada sin dar explicaciones, o respetar el espacio vital propio sin que nadie lo invada o lo violente”. En este punto, asegura Isabel Álvarez, que la información gestada por Izquierda Unida “también servirá para detectar algunas de la actitudes que pueden ser denunciadas en esos Puntos cuando las mujeres se sientan agredidas”.
Por ello, Izquierda Unida Castilla-La Mancha insiste en solicitar a las administraciones la instalación de estos Puntos con personal formado en reconocer y saber cómo actuar en momentos de vulnerabilidad. Intervención que debe ser complementada con la información a la Policía Local y a Protección Civil, para que tengan conocimiento del protocolo a seguir en casos de agresión, y con la difusión en los programas de actos de las fiestas del ‘Punto Violeta’ como recurso para seguir trabajando en políticas de igualdad real.
La vicecoordinadora de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha considera que “estos momentos de aglomeraciones y diversión no pueden ser una coartada para aquellos que quieren agredir a las mujeres, y por eso es una obligación contar con todos los recursos para conseguir espacios seguros y libres”. Porque, asegura Isabel Álvarez, “las calles y las fiestas también son nuestras”.
