El concepto de cueva puede referirse a distintas apreciaciones de lugares que como generalidad se expresa a aquellos espacios subterráneos que existen espontáneas en la naturaleza en sus distintas modalidades: cuevas romanas; minas; grutas naturales.
En nuestro caso hemos especificado de forma muy concreta aquellos espacios horadados en la propia roca con la misión de elaborar vino para su conservación por disponer de condiciones muy favorables para su mantenimiento natural y, más concretamente, aquellas conseguidas por medios humanos y con instrumentos y útiles de manejo manual.
La ubicación de estas cuevas es diferente según zonas y localidades.
Lo más generalizado es que se encuentren localizadas en las proximidades de los núcleos de población, aprovechando los cerros y montículos existentes, distribuidos bien de forma individual o en líneas continuas de cuevas a la misma altura o bien en cerros a distintas alturas.
La mayoría de ellas son pequeñas cavidades de escasa profundidad y poca longitud, con puertas de acceso de metal o maderas especialmente diseñadas y como característica más importante es la presencia de torres elevadas por encima del techo de las cuevas, bien rectangulares o bombeadas, que se utilizan como respiraderos y que reciben diferentes nombres según zonas: “cerceros”; “fumeros”; “luceras” y que muestran una visión curiosa y muy peculiar en algunas localidades.
Encontramos en algunos lugares un conjunto alineado de cuevas de las mismas características constructivas unidas a lo largo de las calles a un lado o a ambos, como el caso de las localidades de: Albalate de las Nogueras (Cuenca); Villar del Infantado (Cuenca); Atauta (Soria); San Adrián del Valle (León); Torquemada (Palencia), entre otras.
Villar del Infantado
San Adrián del Valle (León)
Alcalá de Gurrea (Huesca)
Cabolafuente (Zaragoza)
Otras cuevas, también importantes, son las que se localizan en el mismo suelo urbano de la población, algunas que se ubican aprovechando algunas calles exteriores en pequeños montículos y cerros y aquellas que se encuentran precisamente debajo del suelo urbano con construcciones de edificios en su parte superior, como ocurre en poblaciones como: La Guardia (Álava), Rueda (Burgos), Requena (Valencia), Aranda de Duero (Burgos), Astudillo (León) y Tomelloso (Ciudad Real), como ejemplos.
No podemos olvidar las cuevas de mayor amplitud y categoría incluyendo envases como toneles y cubas típicas de almacenamiento como: La Seca Valladolid); Astudillo (Palencia);Nava del Rey (Valladolid); Horche (Guadalajara); Peraltillo (Huesca);Briones (La Rioja) y otras más.
Otras utilidades y aprovechamientos son las convertidas en hostales, restaurantes y tabernas típicas construidos con sus cuevas antiguas como: Gumiel de Izán (Burgos); Arnedillo (La Rioja); Vecilla del Trasmonte (Zamora); El Molar (Madrid); Miñambres (León); El Perdigón (Zamora), como ejemplos.
Mucientes (Valladolid)
Villatuelda (Burgos)
Valdeolmillos (Palencia)
En poblaciones tradicionales donde la existencia de estas cuevas enológicas ha sido más representativa , algunas de ellas se utilizaban únicamente como lagares donde se llevaba la producción de uvas para que fueran molturadas y el líquido pasaba a otras cuevas propias de almacenamiento.
De forma general las cuevas no han desaparecido totalmente pues, en muchas poblaciones se mantienen cuidadas, aunque sin uso actual, habiendo algunos casos en que se sigue elaborando en determinadas ocasiones, como ya hemos indicado en nuestro anterior artículo, incluso también nos encontramos con las que se han convertido en viviendas habituales, las llamadas “casas cuevas”, como en: Dueñas (Palencia); Hondón de las Nieves (Alicante); Colmenar de Oreja (Madrid); San Román de Hornija (Valladolid).
Podemos mencionar aquellas cuevas que se ha aprovechado su localización para la construcción de una verdadera Cueva -Bodega de comercialización y con construcciones modernas y maquinaria de elaboración como: Garcinarro (Cuenca);Peñafiel (Valladolid); La Seca (Valladolid); Pobladura del Valle (Zamora).