En esta ocasión y lleno de euforia, he solicitado cita previa con el responsable tomellosero de los ataques de coronavirus en nuestra localidad y parece que estos virus tienen una tendencia algo del estilo de los políticos, porque, de forma muy educada, me han enviado una misiva rogándome que esperara un tiempo porque el presidente tenía una convención interna en la que ellos parece que llaman la Cueva de La Contaminación y me atendería cuando regresara.
Bueno, pues ya me ha concedido la audiencia y para allá voy con toda la satisfacción completa de poder demostrarle que estamos mereciendo nuestra victoria y que el final de la historia del coronavirus va a llegar de forma lenta, pero progresiva.
Me atendió con estas educadas palabras.
--- Bueno días, lamento haberle hecho esperar unos días, pero mi responsabilidad era muy importante y tenía que acudirá a una reunión importante para el futuro de nuestros ataques.
Me extrañó sobremanera el exceso de delicadeza y de hasta cierto punto humildad con que me recibía, pero no quise dejarme influir por ello, porque estos gérmenes son capaces de engañar a a cualquiera, así que decidí charlar con él, con el mismo comedimiento que estaba utilizando.
--- Pues sinceramente esperaba esta entrevista con bastante interés, porque era necesario que le pudiera exponer que no deberían esforzarse más, porque esta infección a la humanidad ha llegado a su próximo fin por mucho que sigan haciendo conferencias y meditando sobre las futuras estrategias que pienso que han estudiado, pero, de verdad, déjennos ya tranquilos y vuelvan a su lugar de origen que nosotros no queremos que desaparezcan, pero sí que no ataquen a los seres humanos, porque ustedes pueden convivir en otros ámbitos sin dejar de existir, porque lo que ustedes han hecho es una invasión ilegal y anómala…
No me dejó continuar.
--- Me parece muy irónico que los culpe a nosotros de lo que usted llama invasión cuando la realidad pura y dura es que ustedes han sido los que han provocado la infección por su falta de control en sus investigaciones que incluso, deben reconocerlo, ha sobrepasado nuestros propios medios de control de nuestras poblaciones y ha producido un desestabilización viral para nosotros y nuestro desarrollo, que ha sobrepasado incluso a