El movimiento para la defensa del mundo rural ha querido estar hoy en la capital guadalajareña para impulsar la recogida de firmas de su Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) presentada ante la Comisión Europea. Para que la iniciativa prospere, debe tener el respaldo mínimo de al menos un millón de ciudadanos de siete Estados miembros de la Unión Europea. Apoyarla es muy sencillo, basta con acceder a la web oficial de la iniciativa y hacer clic en Apoyar esta iniciativa, un proceso sencillo que no requiere más de 1 minuto.
Además SOS Rural ha estado difundiendo el estudio que ha hecho recientemente en colaboración con GAD3 en el que una encuesta pone de relieve el gran desconocimiento de fondo que hay sobre las macroplantas fotovoltaícas. La encuesta desvela qué opinan los españoles sobre las placas solares y únicamente un cuarto de los españoles cree que los principales beneficiados por la instalación de placas solares sea la población en su conjunto y sólo un 19% cree que el beneficiado sea el medioambiente.
El estudio también pone de manifiesto que la mitad de la población española desconoce la posibilidad de que las plantas solares se instalen en terrenos de cultivo. Sin embargo, el 56% se muestra contrario a esta utilización del suelo agrícola. En este sentido, 7 de cada 10 españoles considera que las plantas solares provocan una reducción de la superficie de tierra disponible para el cultivo. Además, para la mayoría de la población, la instalación de plantas solares en el suelo agrícola provocaría un efecto negativo en la disponibilidad de alimentos.
Además, el estudio revela que prácticamente un tercio desconoce el tamaño medio de las plantas solares y un 70% de la población cree que son las propias empresas fotovoltaicas las encargadas de gestionar "las toneladas de residuos industriales que estas generan". En contraste, sólo el 6% conoce que esta responsabilidad recae sobre los titulares de los terrenos, es decir, los pequeños propietarios.
Desde SOS Rural pensamos que hace falta una planificación integral que garantice un equilibrio justo para las zonas rurales. Es necesario un marco regulador que ordene las fotovoltaicas y que proteja las tierras de cultivo. Es necesario que reflexionemos sobre el modelo de transición energética que queremos.