Curiosa leyenda y de gran importancia por tratarse de lo que hoy en día se conoce como la zona del Monasterio de Montserrat en Barcelona.
La leyenda es breve y de fácil narración.
Comenzamos describiendo a un leñador que se ganaba la vida cortando leña de la llamada Montaña Sagrada, aunque su situación de pobreza no le hacía prever un futuro muy prometedor.
Un día estaba cortando leña le apareció un hombre montado sobre un caballo y detrás llevaba enganchado otro soberbio ejemplar de igual calidad que el que montaba la persona que se la había aparecido.
El hombre le preguntó si le gustaba el caballo, a lo que el leñador contestó que era precioso y que le parecía estupendo, a lo que el caballero le hizo un trato que al leñador le pareció muy buena, dad su situación económica.
El acuerdo consistía en que el leñador firmara con sangre un tratado por el que el caballero le regalaba el caballo a cambio de que a los diez años le entregara su alma.
El leñador, en su circunstancia de pobreza, la oferta la pareció un asombroso regalo y, sin tener en cuenta el pago que tendría que ofrecer a los diez años, selló en el lugar donde se encontraban un documento en sangre con el caballero.
Nuestro buen leñador, gracias al caballo pudo realizar su trabajo con mayor diligencia y comenzó a disponer de más leña que vender, pues el caballo resultó ser un impresionante animal que trabajaba siempre con el leñador a la orden de: “Cavall Bernat, lleva esta leña a Llobregat” que el animal hacía con unas cargas de leña que nunca hubiera supuesto ni conseguido hacer el pobre leñador.
Tal fue el éxito de su trabajo que comenzó a mejorar económicamente de tal forma que, al mismo tiempo que favorecía el estado de su familia, le permitió montar un pequeño negocio que, sin ser una gran empresa, le permitía vivir holgadamente gracias a su caballo Bernat.
Así pasaron los años hasta que llegó el plazo cumplido del contrato y ambos personajes se juntaron en el lugar acordado y el caballero le pidió su alma al leñador. El buen hombre dándose ahora cuenta lo que había firmado se puso a invocar a la Virgen con grandes sollozos de tal manera que en un momento se produjo un impresionante acontecimiento cuando el caballero, que no era otro que el diablo, se convirtió en ascuas y voló hacia el cielo, al mismo tiempo que el caballo se puso a galopar y se dirigió por el monte hasta que al llegar a la cumbre se convirtió en un picudo y alargado peñasco al que desde entonces se llama Cavall Bernat.
… El Cavall Bernat es una de las cumbres más representativas del Monistrol del Monasterio de Montserrat, por su impresionante estructura y su gran representatividad, porque su conformación y su estructura son verdaderos ejemplos de estructuras rocosas de inigualable belleza.
… Existen distintas rocas con este mismo nombre.
… En la isla de Mallorca, concretamente en la zona costera de Pollensa existe la conocida como “Serra del Cavall Bernat” en la cala de San Vicente, que representan un conjunto de rocas que tienen la particularidad que, en ciertos momentos y a ciertas horas, la sombra que producen las rocas se asemeja a un caballo. Este hecho se produce en el mes de diciembre en un día soleado, que incluso artistas como Sorolla llegaron a pintar.
… En la Playa de Aro existe un monumento en forma de roca con el mismo nombre.
… Otras rocas con el mismo nombre se encuentran en Marganell(Comarca de Bages), Colldejou(Campo Bajo-Tarragona-) y Matadepera(Comarca del Vallés).
