Es muy normal que sólo usemos medio aguacate para una preparación y la otra mitad la guardemos en la nevera intentando por todos los medios que no se ponga negra.
Para que eso no ocurra existen varios trucos, todos muy populares pero que no funcionan todo lo bien que quisiéramos: envolverlo con papel film o aluminio, recubrirlo con un poco de aceite de oliva, o echarle un poco de limón.
Otro método usado en restaurantes, es introducirlos en agua fría para limitar el contacto con el oxígeno. Si bien es verdad que estos métodos atenúan un poco el color negro no consiguen solucionar del todo el problema.
¿Por qué se ponen negros?
Muchas frutas o verduras se ennegrecen al cortarlas o pelarlas (el caso más conocido es el de las alcachofas). Esto ocurre porque al retirar al piel y cortarlas se daña su estructura celular, que actúa como un sistema de defensa, y que al entrar en contacto con el oxígeno reacciona oscureciéndose.
Ese sistema de defensa se llama oxidación. Esa reacción que produce no significa que deje de ser comestible o que esté podrido, ni tampoco que baje su calidad, pero sí resulta mucho menos apetecible a la vista.
¿Cómo evitarlo?
Lo más simple es pelar y picar media cebolla morada en juliana, introducirla en un tupper o recipiente con tapa colocar encima el medio aguacate, tapar y meter al frigorífico.
Cuando lo descubras al cabo de 2 o 3 días estará con el mismo color y no habrá cogido sabor a la cebolla.
Esto se debe a que la cebolla contiene gran cantidad de flavonoides que son antioxidantes y que actúan de conservante natural sustituyendo a los conservantes artificiales. La cebolla morada contiene más flavonoides que la blanca porque tiene antocianinas que es el pigmento que le da color morado y que es otro antioxidante.
En este video aprenderás cómo hacerlo
Luego puedes lavar la cebolla y usarla para cualquier cosa; freírla, hacer guacamole, lo que quieras.
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