Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

Después de su salida del palacio del duque y puestos en marcha hacia la aldea, nuestros personajes presentan distintas actitudes y sentimientos.

Don Quijote en una parte viene malhumorado por haber perdido su calidad de caballero andante, por haber sido derrotado por el Caballero de la Blanca Luna en la plaza de Barcelona, pero por otro lado consolado por la posibilidad de poder desencantar a Dulcinea a través de los poderes medicinales y curativos que había demostrado Sancho Panza en el caso de Altisidora.

Sancho Panza molesto por haber recibido el castigo de las mamonas, pellizcos y alfilerazos y, además, descontento porque Altisidora le había prometido la entrega de unas camisas sin haber cumplido su oferta.

En tal circunstancia, Don Quijote insta a Sancho Panza a la posibilidad de redimir a su Dulcinea recibiendo azotes Sancho Panza. Éste replica que sus poderes demostrados solamente se pueden conseguir en este caso recibiendo algún pago por recibirlos, a lo que Don Quijote se compromete. Sancho se dispone a autorrealizarse los azotes y para ello se golpea con una vara sus primeros azotes, aunque dándose cuenta que “le pareció ser pesada la burla  y muy barato el precio”, por lo que le dijo a su amo que era muy barato el precio y Don Quijote le sumó el importe a cada latigazo y, a partir de ese momento, utiliza el truco de golpear  las ramas de los árboles antes que a su propia espalda y no paraba, pues no se hacía daño y cuanto más golpes oyera Don Quijote, más dinero recuperaría y que Don Quijote llegó a contar mil zotes.

A la mañana siguiente ya cogieron ruta hacia la aldea.

Se instalaron en un mesón donde existían distintas pinturas y después de distintas opiniones sobre las figuras de Elena, Dido y Eneas que se encontraban el distintos cuadros pintados, decidieron irse a la cama a  lo que Don Quijote preguntó a Sancho Panza si quería darse otros nuevos azotes y si los quería dar dentro o fuera del mesón , a lo que, lógicamente, Sancha Panza eligió el exterior entre árboles, aunque Don Quijote decidió que se realizara al llegar a la aldea, a lo que  Sancho puso sus disquisiciones indicando que las cosas hay que hacerlas rápidamente y no dejarlas pasar, introduciendo varios refranes casi seguidos en la conversación, a lo que su amo reprendió indicándole que “hablara a lo llano, a lo liso, a lo no intrincado”, a lo que Sancho prometió enmendarse.

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 Refranes aplicados por Sancho.

--- “En la tardanza suele estar muchas veces el peligro”; “a Dios rogando con el mazo dando”; “más valía un toma que dos te daré” y “el pájaro en la mano que buitre volando”, por todos conocidos.

Sancho Panza haciendo matemáticas

 A la oferta que le hace Don Quijote por el importe de cada azote, Sancho Panza realiza unos cálculos matemáticos entre los azotes que lleva y los que contará hasta llegar a los tres mil comprometidos con cálculos de los azotes dados. Merece la pena leer este párrafo completo.

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