Intervinieron en representación del Ayuntamiento, Nazareth Rodrigo, como Concejala de Cultura; José Vicente Cepeda como presidente de la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid, Natividad Cepeda, poetisa y escritora y Jaime Quevedo, como periodista.
Nazareth Rodrigo, agradeció a la Revista Pámpanas en su número 23 la celebración de la memoria de estos personajes, en una revista “que promueve la cultura en Tomelloso y se expone en la capital”. Recordó que no había sido posible la publicación anterior por los problemas de la pandemia y agradeció expresamente a los colaboradores su participación en este número.
José Vicente Cepeda, como Presidente de la Asociación quiso de igual forma agradecer la presencia de los invitados, colaboradores, lamentando la ausencia de Santiago Arroyo, realizando una breve alusión de halago personal a Natividad Cepeda y a Javier Quevedo, lamentando la ausencia del tercer escritor. También significó la labor desarrollada por la delegada Felisa Sáez y el secretario Eduardo Jiménez.
Se sentía muy feliz por poder haber conseguido sacar este número de la revista, con un trabajo realizado con mucho esfuerzo y mucha ilusión y ser el primer monográfico de la revista que siempre ha conseguido lazos de unión entre Tomelloso y Madrid.
Recordó el inicio de la Revista en 1981 con José López Martínez y Olga Alberca, que continúan en la Junta Rectora, y que ha seguido perdurando hasta el año 2019, en que dejó de ser Peña de Tomelloso en Madrid para convertirse en Asociación como actualmente funciona.
Recordó las últimas actuaciones de la Asociación en febrero del 2020, con una Colección de Filatelia e indicó que no se ha podido continuar hasta esta fecha, no pudiendo celebrar el acto del Tomellosero del Año, como tampoco el homenaje a Francisco Carretero, pero agradeció a los patrocinadores por asumir la parte de los gastos en una labor eminentemente social y cultural.
Predijo que a principios de año se pretende realizar otro monográfico, por lo que solicitó disponer de todo tipo de aportaciones para que se publique el número 24 y teniendo a Jaime Quevedo como “alma mater” de la revista.
Intervino Natividad Cepeda, exponiendo que era curioso que la revista se llamara Pámpanas y no Pámpanos, como se dice en el argot rural, sin que ello suponga descalificar ningún término.
Expresó que si no fuera por las revistas la cultura quedaría olvidada, porque son las que dan sentido de cultura y de plataforma de lo ocurrido y recuerdan los hechos ocurridos, apoyando que, si no fuera por esas publicaciones, muchas personas quedarían en el olvido al pasar el tiempo y recordó a mujeres como Eva Cervantes, escritora durante años de la revista Albores, escritora un tanto extraña para la época, y que ha pasado al olvido y siguió recordando revistas como la antedicha Albores y también quiso reseñar la de El Cardo de Bronce del grupo Jaraíz, aportando que su preocupación es que se va notando que se ”pierde la tinta” con el periodismo y la informática, pero que lo que “no se edita, se olvida”.
Continuó exponiendo que las personas suelen pasar al olvido, cuando en realidad son las que se molestan en escribir sin cobrar y trabajan en silencio y, mientras los libros cuentas historias, las revistas narran los momentos históricos y personales de un pueblo, como personas de Tomelloso que escribían en las páginas parroquiales como Ángela Ruiz, María Lozano, que sería importante recuperarlas y reconocerles su mucha importancia, asegurando que las revistas monográficas tienen mucha valía.
La intervención de Jaime Quevedo estuvo referida principalmente a Francisco Martínez y Blas Camacho, reconociendo que gracias a la revista Pámpanas se consigue transmitir alegría entre los tomelloseros.
En un amplio recorrido estuvo desarrollando sus vivencias con Blas Camacho que calificó de ser un hombre admirable y recordó diversas anécdotas de tipo personal en sus conversaciones y comentarios en aquellas veces en que tuvieron oportunidad de conversar y alabó su talla humana, intelectual y política y amplió que “mimado por Mari Cruz” con admiración y sintió mucha alegría cuando fue nombrado hijo predilecto de Tomelloso estando aún en vida.
Nazareth Rodrigo dio las gracias a todos y a la exposición sobre Blas Camacho y a Santiago Arroyo por su trabajo sobre “El Obrero” y el merecido reconocimiento en vida, que expresó que era una forma de poder seguir disfrutando de las personas, y también el reconocimiento de Francisco Martínez, porque fueron hombres que “que miran más allá de nuestra propia vida”.
Recordó la publicación sobre El obrero en Mayo y la aportación de los colaboradores, además de Emma Cueva Quirós que también había participado.
La sobrina de Blas Camacho, dio un agradecimiento especial a Nazareth Rodrigo por poder haber aplazado la presentación de la Revista hasta esta fecha , así como a José Vicente Cepeda, Natividad Cepeda y Jaime Quevedo por su participación y sobre todo el agradecimiento por el nombramiento de Blas como hijo predilecto de Tomelloso que lo recibió con muchísimo orgullo y muchísima ilusión.
En otras intervenciones se recordó la existencia de la publicación “Luz de Tomelloso” en los años 1954-59 siendo columnista María Isabel Pedrero.
Hizo una intervención Joaquín Navajas Jiménez, médico internista del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan, en el área de rehabilitación, para recordar que fue Blas Camacho el que apostó porque fuera él la persona que continuara con el seguimiento y responsabilidad de la Canonización de Ismael de Tomelloso, que durante quince años se viene realizando. Alabó la labor desarrollada por todos los colaboradores y finalizó alabando la personalidad de Blas Camacho, que trabajó mucho en el tema de Ismael de Tomelloso, persona que fue como un símbolo de reconciliación y de paz.
