Ayer por la noche se vivió una gran noche de música. En el Estadio Municipal “Paco Gálvez” de Tomelloso se pudo disfrutar en primera fila de un maravilloso y fantástico viaje a la música de finales de los años ochenta y principios de los noventa con “Los Secretos”, una mítica banda de pop rock que con sus grandes melodías cautivaron a los espectadores durante algo más de hora y media y donde el público, que comenzó ansioso, no paraba de hacerse selfies y grabar vídeos con muchos de los grandes momentos vividos.
Cuando uno asiste a un concierto de este infatigable grupo revives unos momentos tan confortables como cuando te reúnes con aquellas amistades de los tiempos de universidad o de instituto, un placer que simplemente hace que se pare el tiempo y que evitemos hablar de los aspectos negativos de nuestra vida.
Pasan los años y “Los Secretos” siguen ahí, al pie del cañón, llegando a los corazones de la gente con esas melodías que han formado y seguirán haciéndolo una banda sonora de la propia vida. Un trabajo perfecto de una banda formada por Ramón Arroyo a la guitarra, Jesús Redondo al teclado y arreglos, Juanjo Ramos al bajo, Santiago Fernández a la batería -que cumplía años esa misma noche-, Txetxu Altube a la guitarra y el gran Álvaro Urquijo como vocalista y a la guitarra.
El repertorio de la noche -muy bien elegido- comenzó con los temas “Buena Vida, Mejor vino” del álbum En Este Mundo Raro y “Buena chica” que pertenece al álbum “Continuará” del año 1987. Continuaron interpretando otros temas como “Gracias por elegirme”, “Échame a mí la culpa”, “La calle del olvido”, “Desde que te fuiste”, “Margarita”, “Mi paraíso”, “Colgado”, “No me imagino”, “Y no amanece”, “Volver a ser un niño” -que dedicó Álvaro Urquijo a su hermano Enrique-, “Aunque tu no lo sepas”, “Quiero beber hasta perder el control”, “Ojos de gata”, “Pero a tu lado”, “Otra tarde”, “Te he echado de menos”, “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Gracias por elegirme”, “Ojos de perdida”, “Agárrate a mí María”, “sobre un vidrio mojado”. El concierto terminó con la canción “Déjame”.
Los Secretos consiguieron hacer vibrar a sus incansables fans que coreaban y aplaudían cada melodía de estos excepcionales músicos con una conjunción única y que consiguen transmitir como nadie grandes emociones con cada uno de low acordes de sus míticas canciones. Una noche para no olvidar.