Hoy rescatamos de la historia más figuras manchegas. Sin lugar a dudas Castilla-La Mancha ha sido y sigue siendo cuna de diversos personajes que han tenido su impronta y destacado interés.
*** ANTONIO ESCARIO MARTÍNEZ. - Albacete,1935-Valencia,2018.- Arquitecto. -
Realizó sus estudios de arquitectura en la Escuela de Madrid, finalizando en 1967.
Su actividad quedó marcada con numerosas construcciones de gran importancia y valor estructural, llegando a ser en 2008 académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.
Durante su trayectoria ocupó distintos cargos: en la Diputación Provincial de Albacete, en la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana, vicepresidente de la comisión de urbanismo de Valencia y presidente de la comisión provincial de urbanismo.
En 1970 formó una sociedad con otros dos arquitectos más.
En su haber ha sido ganador de distintos concursos en varias provincias y ciudades: Benidorm, Valencia, Murcia, Albacete, Andorra, Sevilla, Vigo.
Entres sus premios se encuentran el Premio Nacional de Arquitectura de la Fundación C.E.O.E. en 1993 y Mestre Valenciá arquitectura en el año 2013.
*** ANDRÉS DE OVIEDO. - (Andrés González de Oviedo). - (Illescas, Toledo o Villaviciosa, Asturias, 1918) - Fremona, Tigray, Etiopía,1577) -Teólogo y misionero.
De familia asturiana, estudió en la Universidad de Alcalá, llegando a ser catedrático de teología.
En 1541, ingresó en la Compañía de Jesús. Pasó a París para realizar estudios de teología que se vieron interrumpidos por la guerra entre Francia y España y los terminó en Lovaina en el año 1544.
Fue destinado a Oriente y fue obispo titular de Hierápolis, en Turquía.
Discurrió el final de su vida en Etiopía en la pobreza, siendo elogiado por los cardenales y llegó a ser patriarca de Etiopía.
Escribió “De la primacía de la iglesia romana”, en lengua etíope.
*** MANUEL PIÑA. -Manzanares,1944-1994.- Diseñador de moda.
De joven trabajó en distintos locales de comercio de su ciudad natal. Con 19 años se desplaza a Madrid, donde se colocó de vendedor en unos grandes almacenes y fue representante del taller de punto Trial, viajando por toda España.
En 1974 abre su propio taller de punto en el barrio de Carabanchel, afamando su marca “Manuel Piña” y, con sus nuevas prendas modernas de selección para la mujer, consiguió el nombre de “Mujer Piña” por sus estilos.
A partir de 1979 comienza su lanzamiento internacional comenzando con una primera presentación de moda en Barcelona y consigue el contrato del diseño de los trajes de la Orquesta Nacional de España y, en el mismo año, su presentación en Madrid.
En 1983 presentó su primera colección en Galerías Preciados y en 1985, junto son otros diseñadores, fue el promotor de la Pasarela Cibeles y ya, en 1987, presenta sus exposiciones en Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Estados Unidos, abriendo en 1988 una tienda en Madrid con 30 empleados.
En 1990 tuvo que cerrar la empresa por cuestiones económicas, por haber tenido problemas de contratación de trabajo con otras empresas, aunque recibió el encargo del diseño del traje de los carteros españoles.
En 1992, ingresó en el Hospital de la Princesa de Madrid y en segundo lugar al hospital Gregorio Marañón.
Se trasladó a Manzanares a pasar sus últimos años, falleciendo de sida en 1994.
Sus restos descansaron en ceremonia en el cementerio de La Almudena y sus cenizas trasladadas a su pueblo natal.
En el año 2007 se creó un museo en Manzanares, con más de 200 prendas y fueron instaladas en una antigua bodega con fondos de la Unión Europea en el caso urbano de la ciudad.
*** ALONSO CANO NIETO. – (Mota del Cuervo, Cuenca, 1711-Segorbe, Castellón,1780). -Religioso trinitario. -
Se trasladó a Madrid para integrarse en los trinitarios calzados en el Convento de la Trinidad Calzada en 1726.
Realizó estudios de filosofía en Burgos y de teología en Alcalá de Henares. A partir de estos estudios fue catedrático de teología en el convento trinitario de Toledo y la de Sagrada Escritura de Toledo y, poco después, en el Colegio Teológico Trinitario de Alcalá de Henares, así como, en 1746, lo fue de profesor del Instituto en Roma.
Regresó a Madrid en 1752 y fue nombrado administrador general de la provincia de Castilla y en 1766 ministro provincial de Castilla, donde ejerció de censor de libros.
En el año 1768 fue nombrado con otros trinitarios como redentor de los cautivos españoles en Argel, transferidos por los cautivos argelinos, por lo que fueron enviados para tal misión.
Realizadas las negociaciones regresaron a España en el intercambio, excepto Alonso Cano que quedó encargado de resolver la vuelta a España de los cautivos existentes en la isla de Tabarca, consiguiendo que regresaran a Alicante en 1768.
De regreso a España fue ordenado obispo de Segorbe por decisión del rey Carlos III, donde actuó favoreciendo la situación económica de la diócesis y fundó diversas escuelas de primera instrucción y otras ayudas y mejoras sociales.
Falleció en Segorbe a los 69 años de edad.
*** LUIS DE LUCENA. -Guadalajara,1491-Roma.1552.- Médico.
Su padre, Juan Rodríguez de Lucena había servido al papa Pio II y procedían de familia de judeoconversos.
Estudió en Alcalá de Henares y se doctoró en medicina en la Universidad Francesa, ejerciendo su profesión en Toulouse.
Escribió un conocido y popular libro sobre los aspectos a tener en cuenta en cuanto a la enfermedad de la peste, tan importante en aquellos tiempos.
Su entusiasmo por los restos arqueológicos se hizo notar efectuando visitas en distintas zonas de España estudiando los restos de las antigüedades romanas, de las que se hizo un verdadero experto.
Después de su estancia en Francia, pasó a Roma donde estuvo ejerciendo de médico desde 1540 a 1552.
En la corte vaticana, atendió de una enfermedad al pontífice Julio III y estuvo relacionado con los humanistas y filólogos conocidos en la época.
Falleció en 1552 y se enterró en la Iglesia de Nuestra Señora del Pópulo en Roma., aunque su testamento indicaba que los fueran depositados en Guadalajara.
En Guadalajara existe una capilla a su nombre, también cocida como de los Urbina, que fue diseñada por Luis de Lucena, donde existía una Iglesia románico-mudéjar de San Miguel del Monte, en la calle del mismo nombre.