Sin duda hay casos de mujeres que sin haber saltado a la popularidad de forma muy representativa, sí han realizado labores muy especiales y específicas con una dedicación sobre personas con deficiencias físicas con una especial dedicación.
ANNE SULLIVAN
Su nombre era Anne Mansfield Sullivan, nacida den Feeding Hills en 1866, localidad de Estados Unidos, hija de una familia pobre. Su madre falleció cuando tenía ocho años afectada de tuberculosis y Anne se quedó al cuidado de su padre, mientras que sus dos hermanos pasaron a ser atendidos por familiares, que posteriormente dejaron de cuidar, por lo que Anne decidió ingresarlos en un asilo de niños pobres, donde uno de sus hermanos falleció.
Por si fuera poco, Anne sufría una enfermedad grave en los ojos que no le permitía ver bien y aunque se empleó en varios oficios finalmente tuvo que acudir a una Escuela para ciegos, pasando a la Escuela Perkins para ciegos en Boston, donde después de varias operaciones consiguiera que su vista se recuperara y puso camino a los estudios consiguiendo licenciarse como maestra.
Se propuso ayudar a niños ciegos y estudió para aprender las formas de conseguir resultados satisfactorios con ellos y trabajó con una mujer ciega y sorda que le permitió perfeccionarse en su rehabilitación posible.
Su extraordinario trabajo tuvo lugar cuando se trasladó a Alabama y allí conoció a su alumna Hellen Keller, que era una muchacha sorda y ciega, que se encontraba muy aislada por no poder establecer contacto con las personas. Anna fue contratada por sus padres, puesto que el comportamiento de su hija era irrefrenable.
A partir de entonces Anne se dedicó expresamente a esta muchacha enseñándola a poder escribir y consiguió que finalmente pudiera hablar casi correctamente y a leer y escribir mediante unas tablas que diseñó especialmente, tocando con las manos los labios de los que hablaban. Los resultados dieron como fruto que Hellen aprovechó yendo a la Universidad y consiguió graduarse.
Después de varias peripecias y continuos acontecimientos en compañía de Hellen, Anne Sullivan falleció en 1936 a los setenta años, mientras que Hellen quedó al cuidado de otra persona que le ayudaba.