Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Pasamos a destacar la labor de una mujer que, sin ser artista, ni encontrarse dentro del núcleo cultural tan repetido entre las mujeres que han conseguido realzar la labor femenina en la sociedad, consiguió gracias a su constancia y virtudes imaginativas revolucionar el mundo  de la cosmética femenina a nivel mundial.

ELIZABETH ARDEN

Cooperativa virgen de las Viñas de Tomelloso

Esta mujer de nacimiento canadiense  y de padres ingleses, su primera vida se produjo en   1878 en Woodbridge, en Toronto (Canadá) con el nombre de Florence Nightingale, en honor a la fundadora de la Cruz Roja. Su padre disponía de una granja y cuando tenía 6 años su madre falleció de tuberculosis.

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No tuvo estudios, pues al fallecimiento de su madre ya empezó a ayudar en la granja familiar y en la venta de los productos  de la granja que vendían en los mercados.

 Buscó también trabajo  de enfermera que abandonó por  no poder soportar el dolor de las personas, pero un compañero de trabajo había ideado una crema que regeneraba la piel y Florence pensó que también podría utilizarse en tratamientos estéticos.

Ya en 1910 se desplazó a Nueva York para intentar conseguir que su idea tuviera éxito y así trabajó de cajera, posteriormente en una biblioteca y finalmente en  un salón de belleza donde aprendió diversas prácticas en tratamientos de belleza y conoció a Elizabeth Hubbard, que había comercializado diversas cremas y se asoció con ella durante un tiempo y abrieron un salón en plena Quinta Avenida de Nueva York, produciéndose desavenencias con su socia y finalmente Florence se quedó con el negocio. A partir de ese momento cambió su nombre y optó por el que llegó a conocérsela de Elizabeth Arden y promocionó su trabajo de estética y se hizo famosa una frase: “no hay mujeres feas, sino  mujeres que descuidan su belleza”.

 Como en aquel entonces París era el centro de la moda, se desplazó  a la capital donde se introdujo en todos los medios y salones de belleza y, cuando creyó haber conocido suficientemente el  mundo de la estética, regresó  a Estados Unidos y aunque no tuvo el éxito que esperaba, prosiguió con su proyecto y patentó una gama de sus productos  que bautizó con el nombre de “Venetian” que tuvo más éxito y al  mismo tiempo creó una escuela para enseñar a maquillarse.

Su gran impulso se produjo en las Fiestas de Nueva york en las que consiguió que sus clientes incrementaran sus productos, por lo que tuvo que pedir un préstamo al banquero Tommy Lewis, que terminó siendo su esposo casándose en 1915. Posteriormente tuvo una agitada vida y su carácter le hicieron ganar enemigos de todo tipo, pero su proyecto seguía produciendo grandes beneficios a nivel mundial.

Falleció de forma inesperada en Nueva York el 18 de octubre de 1966 a los 88 años de edad y fue enterrada vestida de rosa que era el color que más le gustaba.

… Su vida personal íntima estuvo rodeada de grandes acontecimientos. Se divorció de su primer marido por sus infidelidades. Después  tuvo un amante que finalmente dejó porque no quiso divorciarse y se casó por segunda vez con un príncipe sin dinero que al año de casarse se divorciaron.

… Fue una mujer de carácter fuerte e incluso llegó a ser algo déspota, sin embargo tenía la facilidad de establecer conversación con fluidez.

… Estuvo acusada de haber establecido relación con los nazis y fue investigada por el FBI y también llegó a comentarse de tener contacto con las mafias.

… Cansada de hombres, se refugió en el cuidado y compañía de animales  como mascotas, especialmente en perros.

… Su gran fortuna la empleaba en la compra de joyas, valiosos cuadros y suntuosas residencias.

… No tuvo herederos y su imperio pasó a manos de su sobrina Patricia Young, que no quiso asumir los gastos de la herencia y vendió la empresa por cientos millones de dólares, de un imperio que siguió siendo importante después de su muerte.

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