Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Esta mujer que ahora resumimos su biografía no solamente hay que calificarla como especial, sino como excepcional. Persona que supo, a pesar de todo, reivindicar  para su pueblo la libertad y la eliminación de la esclavitud y de las miserias de su pueblo.

RIGOBERTA MENCHÚ

Rigopberta Menchu

Su nombre era Rigoberta Menchú Tum y nació en 1959 en una pequeña aldea  de la región de Quiché en el país de Guatemala.

Su familia estaba formada por ocho hermanos más que  pertenecían a una etnia indígena de los maya-quiché. Ya desde muy pequeña trabajaba en el campo recogiendo algodón y café en las fincas de los grandes propietarios del país, recibiendo unos míseros salarios que llevaban a la pobreza  y fue testigo del fallecimiento de un hermano por desnutrición, así como vivió el asesinato de una mujer por no acceder al deseo sexual de su patrón.

 No recibió ningún tipo de educación y a los 10 años comenzó a participar en una organización cristiana apoyada por sus padres que eran principales dentro de la organización.

Rigoberta ya a esa edad era conocedora de las miserias de su pueblo, pero cuando cobró conciencia verdadera fue al trabajar en la capital como asistenta doméstica de una rica familia, pues la hacían dormir en el suelo y la comida consistía en lo que sus patrones no querían.

 Posteriormente se colocó de sirvienta en el Instituto Belga-Guatemalteco donde tuvo la oportunidad de que las monjas le enseñaran a  leer y escribir el castellano.

 En 1989 ingresó en una organización campesina y su vida mejoró, aunque familiarmente tuvo que sufrir por el fallecimiento de su padre en un incendio que efectuaron las tropas cuando uno grupo de indígenas se refugiaron en la Embajada Española y también la muerte de su madre que fue violada y torturada. Además, en dos años, vio como cinco de sus hermanos fallecieron, uno de ellos quemado por sus acciones de catequismo a los indígenas.

 Decidió exiliarse a México en 1981 y comenzó un periplo por muchos países del mundo  denunciando el estado de los indígenas por los medios de represión y exterminio de los pueblos. Participó en varios grupos de trabajo de Naciones Unidas sobre los pueblos aborígenes escribiendo un libro sobre el tema en 1983.

En 1985 fue nombrada Miembro de Honor del Comité de Organizaciones no gubernamentales de Bélgica, en el que también fue nombrado el líder Nelson Mandela.

  En 1988 intentó regresar a Guatemala, pero fue detenida en el aeropuerto  y tuvo que abandonar su país y con el peligro de poder atentar contra su persona.

 En 1989 fue propuesta para el Premio Nobel de la Paz que le fue adjudicado en el año 1992, siendo la primera mujer hispanoamericana que lo había conseguido.

En 1995 estuvo en Guatemala presentando ante la Justicia una denuncia por una masacre de campesinos a manos de los  militares. En ese mismo año contrajo matrimonio con Ángel Canil Grave, un indígena del mismo departamento de su nacimiento, del que tuvo dos hijos, el segundo fallecido al poco de nacer.

Esta mujer ha recibido distintos títulos “Honoris causa” en varias Universidades y galardonada con distintos premios internacionales y ha  creado dos fundaciones, en Méjico y Guatemala, uno con el nombre de su padre  y otro con el suyo propio.

Actuó de mediadora entre el gobierno y la guerrilla que se formó en el año 1996.

En 1998 escribió su segundo libro titulado “La nieta de los Mayas” y en ese mismo año fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias.

La época en que ocurrieron parte de la vida de Rigoberta hay que enmarcarla en una continua lucha de guerrillas entre los gobiernos de Guatemala y las fuerzas de los Guerrilleros que produjeron numerosas muertes, por la inestabilidad de los distintos gobiernos, por elecciones fraudulentas. Unos sucesos políticos resueltos siempre por las armas y con continuos cambios de gobierno.