Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

No cabe duda que la horizontalidad del paisaje de la Llanura Manchega da posibilidades a la creación de imágenes poco usuales y que son difíciles de imaginar.

Así, una de las enormes posibilidades que proporciona son las horas de desaparición del sol con una amplia visión de la bóveda celeste y del horizonte y ese color rojizo de los anocheceres del verano.

No menos apreciables son las primeras horas de la noche en días nublosos con mezcla de oscuridad y roja aparición, mezclada en ambos casos y a lo que debemos añadir esos arcos iris en épocas de lluvia que permiten contemplar distintas tesituras de envidiable belleza.

Pero lo que indudablemente da más fuerza a la llanura esteparia es, sin lugar a duda, el esplendoroso color del cielo en pleno verano, ese azul maravilloso tan envidiable, tan lúcido, tan cariñoso, tan limpio y tan peculiar que asombra a las gentes en las épocas del estío y que, posiblemente, sea único e inigualable. Y cómo no, acompañado de un intenso calor que proporciona al cielo, esa cegadora luz que en conjunto bien podría llamarse “el valle del sol”.

 En definitiva, estamos encontrándonos con un ambiente natural poco propicio para grandes posibilidades, aunque proporcione imágenes incomparables, no ofreciendo excesivas oportunidades agronómicas, como tampoco posibilidades de variaciones y/o modificaciones en la diversidad y se debe atender a los escasos recursos que se puedan aprovechar.

Nuestros paisajes manchegos

Nuestros paisajes manchegos

Nuestros paisajes manchegos