Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Hoy entrevistamos a Cristina, como portavoz de la Asociación “El Kambio”, en relación al presente y futuro de sus actividades y en concreto sobre el Proyecto de Cooperación con Mozambique, teniendo como objetivo principal conseguir la escolarización de 44 niñas del Internado de las Hermanas Pilarinas en la ciudad de Maputo en Mozambique, para lo que las niñas mozambiqueñas están realizando diversos productos elaborados a mano con telas africanas ue posteriormente venden y cuyos ingresos serán destinados al proyecto de escolarización.

¿Cómo surgió la idea de crear la Asociación?

“Todo empezó cuando cuatro compañeras coincidimos en un Máster de Cooperación al Desarrollo y nos explicaron las posibilidades laborales que existían. Una chica, que hizo años atrás el mismo máster, nos animó a hacer una asociación y fue cuando me puse a pensar y me compré unos libros sobre la temática del asociacionismo y también descubrí que alguien había creado una asociación en Kenia y, dije, ¡por qué no!, esto parece no ser tan difícil”.

“Me puse manos a la obra y reuní a gente de clase que veía más trabajadora para formar un equipo multidisciplinar, con una persona que hizo Derechos Humanos y Principios Éticos; con otra chica que estudió Relaciones Internacionales y Publicidad; otra chica y yo que hicimos Trabajo Social, donde yo, me especialicé en migraciones y ella en Elaboración y Ejecución de Proyectos”.

“A partir de ahí, tuvimos reuniones, realizamos los estatutos y, hasta el día de hoy”.

“También nos concedieron un proyecto “muy chulo” en la Universidad de Valencia, subvencionado por la Generalitat Valenciana, y nos dio mucha más fuerza para seguir con lo que estábamos haciendo”.

“Ahora mismo, estamos inmersos en el proyecto de Mozambique, pero quiero comenzar uno en el República Dominicana, que está resultando algo complicado, aunque mantenemos reuniones, pero los distintos tipos de horario con personas de Colombia, Madrid, Republica Dominicana y mi situación en Cuenca, lo hacen difícil.”

¿Me puedes hacer una valoración de la Exposición de la Feria de Emprendedores de Porzuna?

“En cuestión de cuatro fines de semana, hemos podido recaudar 1.600 euros y, en Porzuna, las personas se animaron mucho a entregar todo tipo de material, como libros y, es de valorar, ya que es una aportación no solo económica. Cada persona puede colaborar con lo que pueda, ya que las realidades financieras de cada familia son muy distintas.”

“Todo el material artesano que me traje procedente de África lo vendimos. Por poner un punto negativo, vimos que algunas personas juzgaban que un monedero sea caro a un precio de 4 euros, pero es necesario también valorar éticamente la compra y ver dónde va ese dinero”.

“Una de las Asociaciones de un pueblo de Toledo que acudió a la Feria, nos enviaron una caja de 10 kilos con regalos para las 44 niñas, entre ellos bolígrafos y distinto material y nos pusimos en contacto con las monjas de Maputo, que hablaron con las niñas y están supercomprometidas con la causa; de esta forma se tejen redes que, sin este tipo de exposiciones, no sería posible. Encontramos a mucha gente solidaria y recaudamos cerca de 700 euros en este fin de semana”.

“Anteriormente tuvimos la oportunidad de poner un estand en Miguelturra, donde, en una sola tarde, se recaudaron 200 euros y también acudimos al castillo de Calatrava La Vieja, donde vendimos muchas vajillas y se obtuvieron unos ingresos de 300 euros. A pesar del mal tiempo la gente se acercaba y, todo el que pasaba, compraba algo.”

“Desde la Asociación no solamente valoramos lo económico, sino también el diálogo con la gente y el contacto, para que, luego, puedan visitarnos e ir a otros sitios para comprar los productos. Muchas personas no están apoyando, lo que supone “un atisbo de esperanza para la propia sociedad””.

“La última Feria en la que participamos fue en Socuéllamos, y, una de mis amigas, se ofreció para hacer chapas como terapia para la gente mayor. Se hicieron más de 1.000, para que se pudiesen vender en la Feria, habiendo pagado al material la Asociación. La verdad “es que nos fue genial”, con el apoyo de mi amiga, poniendo un precio muy económico y con temática africana”.

“Hubo muchos gestos de solidaridad, con la donación de numerosos libros infantiles en dos días y medio que estuvimos allí y llegamos a recaudar casi 900 euros. El precio de las chapas era de dos y tres euros, que consideramos muy asequible”.

“Personalmente, me quedo con la implicación de una Asociación de personas mayores, que nos donó material, así como la de aportación de niños y niñas que contribuyeron con lo que tenían en ese momento para la buena causa de las niñas de Mozambique y esa fue una de las cosas que no habíamos visto en ninguna de las otras ferias. Se estaba priorizando el poder ayudar y creer en esta causa, y me llegó al alma.”

“La gente que menos tenía, era la que más aportaba; desde la señora de la limpieza de la residencia hasta las camareras de la feria, que son las que más aportaban con mucha diferencia”

¿Cómo fue el primer contacto con el internado de Mozambique?

“El 6 de septiembre fue el primer contacto que tuve con las niñas y, también, cuando las conocí a todas. Fui a dos proyectos totalmente distintos y la posibilidad económica de este internado era mucho mayor que el de otro proyecto, relacionado con menores desnutridos”

“La experiencia fue muy bonita y las niñas tenían entre 7 a 9 años, pero con las que tenían más de 9, ya empezaban con la edad del pavo, eran responsables y hablaban portugués y yo, castellano, y nos pasábamos todo el día hablando y jugando”.

¿Cuál es la situación actual en Mozambique?

“La situación es muy incierta, porque, dependiendo de la zona, hay muchos ataques terroristas. En Maputo, que está justo en el Centro Sur, cuanto más te acercas a Sudáfrica, más rica eres y mejor calidad de vida tienes, pero, sin embargo, en el otro aspecto de menores desnutridos, se encontraban en el norte, cerca de Pulas, una ciudad muy grande y, en donde, hay muchos atentados terroristas y es el propio Estado el que las provoca, porque van primero a destruir las escuelas, luego los centros de salud, luego los centros caritativos y atacan mezquitas, iglesias, centros de las monjas: ¿Por qué tenemos este pensamiento y pensamos así del gobierno? La explicación es lógica: Si tú a un perro no le das de comer, él siempre te va a seguir. A un pueblo que no le das educación, y no le das comida, va tener siempre miedo a revelarse, porque siempre tiene más hambre que ganas de luchar”.

“En algunas cosas, sí las he visto muy avanzadas, como, por ejemplo, en materia de LGTBI; te puedes separar todas las veces que quieras; las mujeres tienen la facilidad de poder entrar y salir cuando quieran. Yo, personalmente, no tenía miedo de ir por la calle, pero, sí que es verdad que hay mucha inseguridad y no puedes ir grabando con el móvil”.

“Por culpa de la globalización, hay pobreza en Mozambique. Lo que no puede ser es que allí tengan los mismos precios que en España y, como máximo, se esté ganando 300 euros al mes”.

“El alcoholismo y drogodependencia no existe prácticamente, porque hay pocos bares y la luz tiene el mismo coste que en España, pero ellos no pueden afrontar ese pago, porque no tienen poder adquisitivo”.

“También hay mucha problemática en la desaparición de personas, sobre todo niños y niñas, porque la esperanza de vida allí es de 42 años y es muy fácil que te quedes sin padres siendo muy pequeña. Hay muchos niños en la calle y hay desapariciones masivas”.

¿Cuál es la situación actual de la escolarización de las niñas en Maputo?

“El dinero que se había recaudado para la escolarización de las niñas, está sirviendo para arreglar también los techos donde viven las niñas, porque hay muchas goteras en los tejados de uralita. El internado es muy bonito, es un sitio muy acogedor. La climatología en la zona es muy adversa y las cosas no van bien, porque no hay dinero”.

¿Dónde se pueden adquirir los productos realizados por las niñas?

“Ahora mismo ya no tengo material de ellas, yo me he traído un montón de telas, porque, como la idea se les ocurrió tres días antes de volver a España, pues no había más. Estoy haciendo material de esas telas y lo compré yo y hace un poco vino un cura de allí y las monjas le dieron mucho material que habían hecho las niñas y las propias monjas para traerlo aquí y, ahora, me lo tienen que enviar desde Madrid a aquí”.

“Se están ahora mismo haciendo cuadernos y un herbolario, nos ha ofrecido poner un stand totalmente gratis en Miguelturra con una mujer que nos está apoyando mucho, al igual que una tía mía. Confío en que, más adelante, puedan salir más cosillas”.

¿Algún proyecto más?

“Esperamos que en marzo o abril, salgan las convocatorias de la Junta para hacer un taller en Maputo, para que las niñas que se encuentren en la calle o ejerciendo la prostitución, pudieran dormir allí, se les diera una comida al día y que ellas, obligatoriamente, pudiesen ir a la escuela y estuviesen un par de horas para coser algún material y que escribiesen su nombre en él, para poderlo vender , o bien allí, o en España, y que ese dinero recayese en esas personas y, de esta forma, se les daría empleo y  también, la posibilidad de estudiar, sacándolas de la calle y, creemos, que puedan salir hacia adelante”.

“Hemos visto ya el terreno para el taller donde nos sale más o menso económico y, también, las máquinas de coser que no salen mal, por lo que estamos contentas y tenemos opciones. También hemos hablado con algunos colegios de allí, ya que todos l@s  niñ@s, tienen que ir de uniforme y cabría la posibilidad de también intentar que estas prendas las confeccionen las niñas en el taller”.

“Confiamos en que podamos tener opciones para esta buena causa y yo me desplazaré de Colombia a Mozambique para llevar a acabo este proyecto, que se podría ejecutar en más o menos 4 0 5 meses, y, una vez que el proyecto funcione, intentaremos que una persona, como delegado, se encargue de la coordinación. En marzo solicitaría el proyecto; si se aceptase, en mayo junio nos darían la subvención. Yo llego en julio a Colombia y, mi idea, es volver a irme en agosto-septiembre hasta diciembre-enero”.

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