Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
Cuadernos Manchegos

Efectivamente uno de los monumentos de mayor envergadura, de mayor dimensión y donde se unen las características de un país, que se encuentra en pleno centro de Madrid y nada menos que en la propia Plaza de España, centro neurálgico de comunicaciones con todo el centro de Madrid y lugar de reunión, de distintos actos y exposiciones y punto de dispersión de los cuatro extremos de la ciudad.

En el mismo centro de la Plaza de España se encuentra este grupo monumental dedicado a nuestro universal escritor Miguel de Cervantes.

El proceso llevado a cabo para la colocación del monumento comenzó por la idea de poder celebrar de alguna manera los 300 años del fallecimiento de don Miguel de Cervantes en el año 1916, promovido durante el reinado de Alfonso XIII. Previamente en el año 1915 se convocó un concurso que tuvo carácter nacional al objeto de celebrar este recordatorio y para ubicarlo en la recientemente modificada en aquellos años, Plaza de España.

 El concurso fue finalmente adjudicado al arquitecto Rafael Martínez Zapatero y al escultor Lorenzo Coullaut, habiendo sido seleccionados previamente tres finalistas y siéndoles adjudicada después de dos votaciones.

Antes de la iniciación de las obras ocurrieron distintos problemas de cesión de terrenos y de orden administrativo que hicieron peligrar el inicio de las obras.

 El aspecto económico fue buscado a través de las aportaciones de todos los países con relación directa con España y finalmente las obras se iniciaron en el año 1925, colaborando además el arquitecto Pedro Muguruza, que aportó algunas modificaciones al proyecto inicial.

 El monumento que hoy contemplamos se realizó en tres fases, pues fue corregido y modificado en algunos aspectos y ampliado con nuevos personajes, durante las fases de los años 1921, 1924 y 1925.

MONUMENTO

El eje principal del monumento gira alrededor de la estatua de Miguel de Cervantes que se encuentra sentado bajo un pedestal y en su mano derecha un ejemplar de El Quijote y su mano izquierda cubierta por la capa que le acompaña y debajo existe una cruz roja y azul que representa la Orden de los Trinitarios.

Además, aparecen dos estatuas a ambos lados. Una la de don Quijote cabalgando sobre Rocinante y otra la de Sancho Panza en su Rucio, siendo el conjunto fundamental del monumento, destacando el color blanco de la estatua de don Miguel de Cervantes y el de bronce de don Quijote y Sancho. En su parte lateral está adornada por una columna coronada de 35 metros de altura con la bola del mundo y los cinco continentes, representadas por cinco figuras de mujer leyendo un libro.

Por la parte posterior se encuentra el monumento de una mujer, que se opina podría ser Isabel de Portugal -esposa de Carlos I- representando la literatura y en el recorrido de los caños de la fuente los escudos de los países que hablan el castellano, en el que está incluida la figura de un indio.

Hasta el año 1950 no se realizaron ningunas modificaciones, hasta que el escultor Federico Coullaut-Valera hijo, puesto que tanto su padre el escultor, como el arquitecto habían fallecido, realizó una ampliación del monumento mediante la incorporación de las esculturas de Dulcinea y Aldonza Lorenzo, situadas a ambos lados del monumento, realizado en el año 1957 con una altura de unos tres metros.

Dulcinea aparece en un asiento sin respaldo y mantiene sujeta entre sus faldas y en sus manos un joyero, con ropas de una vestimenta muy moderna y Aldonza Lorenzo que aparece sentada en un saco o cojín con ropa de campesina y portadora en sus manos de una criba.

Posteriormente en el año 1960 se ampliaron a los grupos de Rinconete y Cortadillo y la de La Gitanilla. En el primero aparecen distintos personajes, entre ellos, lógicamente, Rinconete, Cortadillo y Monipodio, rodeados de otros personajes y en el caso de La Gitanilla, aparecen tres mujeres bailando con ella y dos hombres-uno de ellos tapado con capa que es su supuesto amante-; una de las mujeres manejando una pandereta.

En las cuatro caras frontales del alto del monumento aparecen en la cara de frente el escudo de la familia Cervantes, con dos ciervas, una de ellas pastando; a la derecha el escudo del Reino de Castilla; en el que queda encima de la fuente, el Escudo Real y el cuarto el escudo del Oso y el Madroño de la Ciudad de Madrid.

En las caras laterales del obelisco aparecen un casco militar que representa a Europa y un tocado de plumas que representa América y las siguientes a Asia, Oceanía y África.

En la parte posterior del monumento se encuentran tres figuras.

La central representa la Literatura Española con la figura de una mujer de aspecto noble con un libro abierto en su mano izquierda. Por debajo se encuentra una primera taza de agua y la fuente con un total de veinte chorros. Lateralmente aparecen dos figuras alegóricas que representan el Valor Militar y el Misticismo.

El primero representado por un fornido guerrero con escudo, casco y espada-hoy desaparecida- y el Misticismo por un joven mirando el cielo con un crucifijo y un escapulario de la Virgen María.

*** Es curioso que la realización de este monumento haya pasado por todo un variado periodo político-histórico de España: Régimen de Restauración, Dictadura Primo de Rivera, Segunda República y franquismo.

*** Es también curioso que este monumento no haya sido inaugurado oficialmente hasta la fecha.

*** En el año 2017 se presentó una propuesta de darle la vuelta de 180 grados al monumento.

*** El proceso hasta las últimas mejoras ha supuesto un periodo de 40 años.

Es indudable que se trata del monumento más emblemático de Madrid, no solamente por la tradición de la estancia de Cervantes en la capital, sino que es la que más marca la esencia de la capital, sin desestimar otros también de gran envergadura y representatividad como el oso y el madroño, los monumentos a los típicos chulapos y chulapas madrileñas y otros como los dedicados a los dioses griegos.

*** El monumento ha tenido y tiene diferentes opiniones en cuanto a su representatividad y modelo escultural, teniendo sus detractores y sus simpatizantes.

Cervantes en Madrid

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