Pues sí efectivamente, las tinajas no dejan de darnos sorpresas, pues existen acontecimientos relacionados con estos envases que no dejan de tener su pequeña historia y leyenda y que podemos describirlas para dar a conocer algunos de sus usos distintos de los del almacenaje de vino o aceite.
Hechos verídicos ocurrido hace años y que tiene de protagonista, entre otros, una tinaja y que los hechos los mencionaremos sin nombre de los personajes, ni direcciones, ni locales, limitándonos simplemente a los datos indispensables que permitan narrar los hechos.
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EL ASESINATO DE LA PROSTITUTA
Hemos encontrado información de distintos medios sobre un asesinato que se cometió en el año 1969, que aún está sin resolver quién fue el asesino.
De forma casual el 13 de agosto de 1969 una persona encontró en una casa abandonada de un barrio de la capital a una mujer muerta dentro de una tinaja de aceite. La persona estableció contacto con las autoridades que, efectivamente, corroboraron el hecho del asesinato de una mujer.
Las comprobaciones realizadas demostraron que había fallecido como consecuencia de un estrangulamiento y tratos violentos en el cuerpo.
Investigando la identidad de la mujer asesinada se demostró, después de algunas dudas, que era una española que ya tenía antecedentes por diversas causas y que se dedicaba a la prostitución.
Identificada por su madre, se demostró que había sido viuda de un militar estadounidense que conoció estando en la Base norteamericana de Torrejón y que se podía demostrar que se dedicaba a la prostitución.
Ampliadas las averiguaciones pudo comprobarse que utilizaba acento americano y doble personalidad, haciéndose pasar por ciudadana americana para ampliar su gama de actividades y sus rendimientos económicos, ya que en aquella época la presencia americana era una moda.
La mujer asesinada tenía 28 años y disponía de ciertos antecedentes por trastornos en su personalidad y entre sus posesiones solamente se encontró una pequeña medalla grabada que no sirvió para aportar nuevas pistas válidas.
Su calificación como persona fue estimada por personas que la conocían como “borracha, lesbiana y con problemas psíquicos” y además ya había estado previamente encarcelada durante ocho meses.
Las investigaciones sobre su presunto asesino se realizaron en el entorno de las zonas y ambientes frecuentados por la asesinada, pero, a pesar de realizar distintos interrogatorios, no se encontraron pruebas y el expediente quedó en suspenso.
Sin embargo, en el año 1971, en un bar de Madrid, ocurrió un incidente quedando asesinado de una puñalada un cliente del bar de “profesión proxeneta y chulo de putas”. Se detuvo al asesino que era un camarero del bar que lo apuñaló porque era una persona que nunca pagaba las consumiciones y en un altercado se provocó la situación.
La policía arrestó a varios personajes del local y, entre uno de los detenidos, se definió un nuevo cliente que, una vez interrogado, confesó haber sido al autor del asesinato de la prostituta dando todo tipo de aclaraciones, por lo que se consideró que el asunto estaría resuelto, pero al llegar el juicio definitivo, el personaje se retractó de su confesión y fue absuelto por falta de pruebas.
En segunda instancia el delito recayó sobre un militar negro americano de la Base de Torrejón, sobre el que se obvió la acusación como consecuencia de la relación estatal entre los países, por lo que definitivamente el asesinato aún sigue sin resolver.
