La vida de una mujer excéntrica que vivió en la soledad en África y que falleció muy joven.
BIOGRAFÍA
Isabelle Eberhardt nació en Ginebra en el año 1877 y falleció de un fatal accidente en Ain Séfra, Argelia, en diciembre de 1904, a los 27 años.
La vida de esta mujer fue diferente de cualquier parecido con una existencia normal.
Su madre estuvo casada con un asesor del zar de Rusia, pero en 1871 salió de Rusia acompañado de un anarquista llamado Trophimowsky, acompañada de uno de sus tres hijos, actuando este último de tutor y amante. Tuvieron un hijo y su marido falleció, quedándose su madre a vivir en Suiza. En el año 1877 nació Isabelle que fue registrada como hija natural, aunque su educación fue atendida correctamente por parte de su tutor.
Trophimowsky era un personaje extraño y su madre débil de carácter, no obstante, vivieron siempre juntos. De su tutor aprendió distintos idiomas, casi siete. Se instalaron en una casa en las afueras de Ginebra, muy descuidada y llena de espesa vegetación de plantas que a Isabelle le supuso una angustiosa estancia, porque tampoco acudió a la escuela y su educación fue llevada por su tutor.
Sus dos hermanos pasaron por vidas diferentes: Vladimir y Augustin, ambos mantuvieron una vida también poco afortunada pues Augustin consumía alcohol y drogas y Vladimir se suicidó años después.
Isabelle, desde muy pequeña, estaba acostumbrada a escribir cuentos y pequeñas novelas, escondiéndose de nombres de hombres, de lo que estaba costumbrada, porque ya, desde pequeña, la vestían con prendas masculinas, que le gustada llevar con 19 años.
Esta mujer en su angustiosa estancia comenzó a tener una extraña atracción por el mundo árabe, que tuvo la oportunidad de conocer cuando se trasladó con su madre a Argelia, como consecuencia de haber sido destinado su hermano a Argelia, teniendo 20 años, cambiando de nombre y haciéndose llamar Mahmoud, se rapó la cabeza y se vistió de hombre.
En Argelia aprovecho una época de viajes por la zona del Magreb de tal manera que la aceptaron en la orden sufí de mayor importancia conocidos como los Qadrya.
En aquella época falleció su madre y regresó a Ginebra donde encontró el suicidio de su hermano y la agonía de su tutor Trophimowsky, por lo que finalmente quedó desligada con cualquier compromiso familiar y sin ningún medio de subsistencia, convirtiéndose al islamismo, teniendo anorexia y vivía de lo que le daban sus amigos lo sufíes.
Además, su vida estuvo rodeada de misterios por sus actuaciones y opiniones respecto a la época colonial de tal forma que fue reportera de guerra en la guerra de Orán en 1903 y supuesta espía, que sufrió un atentado en 1901, cuando estando en casa de uno de los sufíes, penetró un joven con un sable que la proporcionó tres sablazos, dos en un brazo y uno en la cabeza, lo que se llegó a pensar que fue un ataque de conspiración política, aunque quedó como una venganza de una orden islámica opuesta a los sufíes. Como consecuencia del hecho quedó con la mano dañada y un brazo rígido para siempre.
En el aspecto sexual, y a pesar de su vestimenta, acudía a burdeles vestida de hombre.
Estuvo casada durante cuatro años con Slimène, un joven sargento argelino.
El 21 de octubre de 1904 se reunió con su marido después de mucho tiempo sin estar juntos y se refugiaron en una casa construida de arcilla, con tan mala fortuna que se produjo una enorme inundación en el desierto que derribó el edificio, donde murió Isabelle y su marido fue arrastrado, aunque sobrevivió.
OTROS DATOS INTERESANTES
: En 1991 se estrenó una película en su nombre en Australia, con actores como Matilda May, Tchéky Karyo y Peter O´toole.
: Escribió diversos libros publicados como: “Yasmina”, “País de arena, relatos argelinos”, “Diario de una nómada apasionada” y “Rodamón”, entre otros.
: Existe una ópera compuesta por Missy Mazzoli estrenada en Nueva York, titulada “ Canción desde el alboroto: La vida y muerte de Isabelle Eberhardt “.
: También encontramos una obra de teatro “New Anatomies” sobre Isabell Eberhardt.
: William Bayer escribió un relato de ficción sobre la vida de Isabelle Eberhardt
