No todos los casos de crímenes y de asesinos finalizan de la misma forma, puesto que en muchas ocasiones las razones de los sucesos se encuentran determinados, e incluso diríamos que, influidos por determinadas situaciones de todo tipo: sociales, económicas, de temas de problemas con enfermedades y, en definitiva, por hechos siempre con distorsiones humanas han dado como resultado terribles crímenes.
En el presente caso, se trata de la inclusión en la sociedad de una persona que, terminado su proceso delictivo, se incorporó a la sociedad sin problemática, ni reincidencia alguna.
Por su interés hemos recopilado toda la documentación que hemos conseguido recuperar para narrar los hechos.
LOS CRÍMENES DEL LOBO FEROZ
¿CUÁNDO SE PRODUJERON?
Los hechos criminales se produjeron durante el periodo del año 1987.
¿QUIÉNES FUERON LOS PERSONAJES?
Concretamente el responsable de los hechos fue un madrileño de nombre Santiago San José Pardo
¿CUÁL ERA LA SITUACIÓN DEL PERSONAJE?
Santiago San José nació en Madrid en el año 1956, en una familia compuesta de sus padres y otro hermano mayor.
Des pequeño ya tuvo pequeños problemas de relación, de la que se suponía era debido sus formas personales y por sentirse poco atendido por sus padres, por considerara que al ser segundo hijo hubieran preferido que hubiera sido una niña y ello debió producir cierta despreocupación de sus padres, siendo el preferido su hermano mayor.
Anteriormente a su entrada en el Servicio Militar, estuvo trabajando de recadero y llegó a trabajar en un establecimiento en Oviedo como delineante en una empresa de encuadernado e incluso en esa época tenía novia.
Con su ingreso al Servicio Militar, se incorporó en la Legión, pero no encontraba su lugar en esta situación por lo que, provocando que le detectaran una esquizofrenia paranoide, le expulsaron de la legión, dándole la baja en 1984. En esa época, sus compañeros le asignaron el apodo de “El Legionario”.
Tuvo que regresar a Madrid, puesto que la empresa de Oviedo fracasó y tuvo que cerrar, por lo que también dejó la novia que tenía.
Volvió con su madre, que pudo conseguir el arrendamiento de un establecimiento de bebidas conocido como “Mesón del Lobo Feroz”, en el número 9 de la calle Luciente, en el centro de Madrid, por medio del propietario que era amigo de su madre y subcomisario de policía.
Allí ya comenzaba con la bebida y el negocio cada vez tenía menos clientes y Santiago se enredó con la bebida consumiendo alcohol progresivamente. Además, era una persona de débil sexualidad lo que hacía que su carácter fuera cada vez más agresivo.
¡CÓMO SUCEDIERON LOS HECHOS!
El inicio de sus actuaciones criminales se inició en 1987 cuando, en plena crisis de su negocio y con desesperación sexual, recurrió a una prostituta llevándola al local para realización de sus deseos sexuales, ofreciéndolas cinco mil pesetas y pagarle el taxi de vuelta, a una mujer llamada Mari Luz, que tenía dos hijos. Al no poder cumplir sus deseos sexuales por su impotencia comenzó a pegar y maltratar a la prostituta y la asesinó con un cuchillo jamonero, en pleno éxtasis mental.
Allí la dejó y, al día siguiente procedió a envolver a la mujer totalmente ensangrentada con plástico, la llevó al sótano y la cubrió con yeso y colocando encima unas cajas de bebidas.
La segunda vez se produjo el doce de octubre del mismo año y por el mismo procedimiento a otra prostituta de nombre no definido, ocurriendo los mismos hechos de su incumplimiento sexual y llevó a cabo lo mismos hechos y las mismas formas, llevando a la nueva víctima juntamente con la otra y tapando la pared con baldosas.
En una tercera ocasión y con fecha 22 de diciembre, convenció a otra prostituta de nombre Araceli y cuando ya tenían preparada la discusión y la intención de asesinarla, la mujer se defendió armando una gran revuelto e, intentando defenderse con tal intensidad, gritos y ruidos, que los vecinos avisaron a la policía que se presentó en el local, contemplando el espectáculo.
LA DETENCION DE LOS DELINCUENTES
La policía detuvo a los dos contendientes. La mujer explicó los hechos reales, mientras que Santiago explicó que la mujer había intentado robarle y finalmente se dio por cerrado el asunto.
Sin embargo, en el año 1989, el anterior propietario arrendó el local y se iniciaron obras de mejora, descubriéndose, al derribar la pared, el cadáver de las dos mujeres asesinadas.
La policía detuvo a Santiago San José que declaró los hechos, admitiéndolos, aunque su abogado defendió la postura del asesino indicando, la situación de enfermedad de esquizofrenia del acusado, aunque se afirmó que su estado no era suficiente para justificar al asesinato de ambas mujeres.
JUICIO Y SENTENCIA
Finalmente, el juicio se declaró definitivamente en 1991, acusándole de dos asesinatos y una tentativa, adjudicando al asesino a 72 años y cuatro meses de prisión y la indemnización a las dos víctimas, que cumplió en la cárcel de Herrera de La Mancha, donde Santiago estudió B.U.P y ejerció de conserje en la biblioteca del penal y, por su buena conducta, quedó libre en el año 2004, desplazándose a una ciudad de Andalucía donde encontró trabajo.
Diversos medios informativos se hicieron cargo de documentar el caso en la época en las que se descubrieron y adjudicaron los cargos.