El candidato de CS al Ayuntamiento de Bargas (Toledo), Luis Meroño, ha dado a conocer su intención de crear unas jornadas entorno a la fabricación artesanal del Pan si llega a ser el alcalde del municipio. En la localidad situada a 10 kilómetros de Toledo, en la actualidad siguen quedando panaderías artesanales especializadas en la elaboración del pan que mantienen vivo el tradicional oficio.
Meroño ha resaltado que entorno a principios del año 1600, según datos extraídos de antiguos censos de la provincia había una población de 1500 bargueños, de los cuales 59 de ellos tenían el oficio de panadero, “de la tradición y la cultura de Bargas emana el ADN del oficio de panadero”. Por ello mismo, el candidato liberal para la alcaldía del municipio se ha preguntado por qué no establecer estas jornadas, “donde los panaderos bargueños puedan enseñar sus productos y ser degustados, ofrecer talleres y dar charlas acompañados por otros expertos e incluso invitar a otro tipo de artesanos”, ha propuesto.
Ciudadanos quiere poner en el foco de atención en Bargas y qué mejor que crear este ambiente de dinamismo cultural con arraigo en la localidad toledana y dirigido al público en general como podrían ser las Jornada Romanas de Carranque.
“Sería muy positivo para Bargas crear este ciclo empresarial y económico entorno al pan para darle así también la importancia que se merece nuestro municipio y poder engrandecer la localidad, mostrar cultura, construir señas de identidad que nos mantengan unidos en las tradiciones y abiertos al exterior con nuestras raíces”, ha ensalzado Meroño.
Tradición panadera "made in Bargas"
El impacto en la economía en Bargas entorno al pan, fue tal, que, en el censo del Marqués de la Ensenada, realizado en 1750, de las 676 cabezas de familia existentes en aquel tiempo en Bargas, 146 eran panaderos, lo que hace que la economía del pueblo se basara principalmente en los jornales de las fincas, las panaderías y los arrieros.
Desde entonces, empezó a extenderse por todos los gremios de la provincia de Toledo y Madrid, cierta fama del pan de Bargas, el tesón y el buen hacer de sus panaderos. Hasta tal punto que, incluso, en ciertas poblaciones, “se traficaba con productos que decían ser trigo y pan de Bargas”, ha apuntado el liberal bargueño.
Como anécdota, comenta Meroño, es curioso saber que según se decía por aquellos tiempos, debido a su carácter sibarita, "el Greco, durante su estancia en Toledo, quería comer exclusivamente pan de Bargas”.
