Este manchego había nacido en las Ventas con Peña Aguilera, como sabemos pueblo de la provincia de Toledo, en el año 1922.
Ya desde pequeño demostró su facilidad de aprendizaje y en el tiempo de sus estudios, hasta casi final de nuestra Guerra Civil, superó con facilidad todos los cursos previstos hasta bachillerato, estudios que realizó en la capital Toledo, donde trabajaban sus padres.
Finalizada la guerra civil se trasladó a Madrid para realizar estudios universitarios apuntándose en la carrera de aquel entonces se llamaba de Ciencias Físico-químicas, licenciándose en 1943. Posteriormente aprobó oposiciones al Servicio Meteorológico Nacional aprobando definitivamente en 1945.
Fue destinado a Sevilla y, en 1948, contrajo matrimonios también con una manchega-toledana. Durante mucho tiempo, además de su trabajo, estuvo dando clases en un Colegio Privado para mantener la economía familiar, además de dar clases particulares. Se trasladó a Madrid trabajando en la Oficina Meteorológica instalado en el aeropuerto de Barajas.
Durante su estancia en Madrid, además estuvo escribiendo diversos artículos de tipo informativo sobre meteorología en los conocidos y famosos periódicos Alcázar y Arriba.
En 1956 le ofertaron la posibilidad de realizar un programa televisivo sobre meteorología en el futuro estreno de Televisión Española, cuyo primer programa e intervención de Mariano Medina se produjo en Octubre de 1956.
Pero donde obtuvo aún mayor popularidad fue en el trabajo que encontró en Radio Madrid en una programa llamado “Cabalgata fin de semana” de enorme popularidad en 1957 y donde ya se le denominaba con el nombre que todo el mundo ha conocido por sus programas en radio y en televisión como “El hombre del tiempo”, que durante treinta años fue incluido en los telediarios de Televisión Española.
Fue tanta su popularidad que fue nombrado como “Personaje popular del año” en 1963 por el diario Pueblo.
Pero realmente la popularidad mediática no fue su mayor éxito, pues Mariano Medina desarrolló una verdadera labor técnica y profesional en las predicciones meteorológicas con nuevas fórmulas de predicción a su paso por la Instituto Nacional de Meteorología (INM) y en el “Centro de análisis y predicción” (CAP) del que fue nombrado presidente en 1971, donde desarrolló un intensa y productiva labor que ha sido reconocida por compañeros y profesionales, para aquellos tiempos en que los medios técnicos actualmente utilizables no se conocían.
Es, por tanto, necesario hacer mención a su labor técnica al servicio de la Meteorología que su fama obtenida mediática, reconociendo que la forma de expresión y de facilidad de comunicación con las personas no expertas, como cualquier ciudadano, era tan didáctica que proporcionaba una sencilla manera de entender las predicciones del tiempo, pero más importante ha sido su desconocida labor para el público de las aportaciones a las predicciones meteorológicas en sus trabajos y estudios.
Este ilustre manchego, falleció en Madrid en 1994 y en 1995 el Instituto Nacional de Meteorología le ofreció un homenaje por su labor desarrollada en favor de la meteorología.