Hoy domingo y coincidiendo con el regreso de la Virgen de las Viñas a la ermita de Pinilla, se ha celebrado la Fiesta de la Vendimia Tradicional en su duodécima edición, donde se ha vuelto a recordar los orígenes vitivinícolas de la ciudad de Tomelloso y sus costumbres agrícolas.
La jornada comenzaba con el desfile, por la C/ Socuéllamos y la Avda Virgen de las Viñas, de mulas y carros de la Asociación de Carreros Virgen de las Viñas y la Asociación Cultural Carreros de Tomelloso, acompañados por los grupos folclóricos “El Bombo”, “Manantial del Vino”, y “Virgen de las Viñas”, Madrinas y Padrinos de la Feria 2025 y autoridades.
Una vez en la Cueva-bodega Orígenes, ha continuado la fiesta con una simbólica pisada de uva tinta a cargo de Ángel Morales y Zoílo González y que ha contado con la colaboración de Glomol, que ha cedido la viña para vendimiar la uva utilizada en la pisada. El grado conseguido ha sido de 15 en esta ocasión.
El evento se ha celebrado en un un lugar emblemático para Tomelloso como es la Cueva-bodega Orígenes, cuidada y reformada por dos amantes de la historia subterránea de la ciudad como son Belén Zafra y Ángel Vela.
En esta ocasión, el protagonista de este emblemático acto ha sido Eusebio Becerra, persona muy querida y reconocida en Tomelloso que encarna los valores de la figura de agricultor y como no puede ser de otra manera del tomellosero, siendo un gran emprendedor, serio y honesto y con una gra devoción hacia la Santísima Virgen de las Viñas.
El acto ha sido presentado por el periodista de La Voz de Tomelloso, Francisco Navarro, que ha destacado del homenajeado su trayectoria de trabajo, honestidad y arraigo a la tierra que le vio nacer y que “presume de ser de Tomelloso”.
Un tomellosero hecho a sí mismo
Becerra, conocido por su carácter afable y por su lenguaje tan propio, es descrito por su entorno como alguien que ha trabajado “siempre, siempre con una palabra amable”. Nacido en la calle de las Isabeles, aprendió desde niño el oficio del campo; con 9 años ya ayudaba en las tareas agrícolas y a los 12 fue “peón”, para convertirse después en gañán cuando su hermano marchó a la mili. Aquella cultura del esfuerzo le acompañó siempre, también en sus años como conductor y camionero —en líneas tan emblemáticas como Madrid–Tomelloso— hasta su regreso definitivo al campo en 1980, cuando decidió apostar por la explotación familiar y por un proyecto agrícola que hoy es referencia, explicaba Navarro.
Hombre de convicciones y devociones sencillas, compendió su memoria en el libro “Historia de un Tomellosero”, un testimonio de vida que honra a quienes “remaron todos para el mismo lado”, como él mismo ha relatado en más de una ocasión. A pesar de las pérdidas —la más dolorosa, la de Mari, su compañera de casi 65 años, a quien recuerda como “la educadora, la economista, la irreemplazable navaja suiza”— ha mantenido intacto su ánimo, su fe y su compromiso con la familia y el trabajo bien hecho.
La cooperativa como casa y destino
La cooperativa Virgen de las Viñas, hoy Bodega Almazara Virgen de las Viñas, ha sido el hogar profesional de Becerra durante décadas. Su participación y la de su familia han convertido a la explotación Becerra en un referente, en un legado que hoy continúan sus hijos Eusebio, Vicente y Marifé, quienes “defienden a capa y espada” un modelo de agricultura moderna, sostenible y arraigada al territorio.
Palabras del alcalde y un homenaje compartido
El alcalde de Tomelloso, Javier Navarro, subrayó la dimensión ejemplar del homenajeado: “Tu historia es la historia de Tomelloso”, afirmó, al tiempo que reivindicó la tradición que sostiene la identidad local: “Que viva nuestro Vendimiador, que viva Tomelloso y que viva la Vendimia”. En su intervención, recordó la vinculación de Becerra con la Cueva Orígenes, “un lugar cargado de historia” donde nació la cooperativa y donde hoy se ha reconocido a un agricultor “honrado, trabajador, emprendedor, ahorrativo y dinámico”.
Seguidamente el nuevo vendimiador del año, se le ha investido con la blusa y el pañuelo tradicionales, y muy emocionado ha tenido palabras de agradecimiento a la ciudad de Tomelloso por el galardón recibido y se lo ha dedicado a su mujer alzando el trofeo entregado por el alcalde hacia el cielo y con gran serenidad recibió la distinción entre aplausos y emociones compartidas.
La voz de la familia
En nombre del homenajeado, su hijo Eusebio Becerra agradeció al Ayuntamiento de Tomelloso el reconocimiento a su padre «por haber dedicado toda su vida a la vid, haber profesado su amor a la tierra que le vio nacer y que tantas alegrías le ha dado».
Durante su intervención, recordó que el homenajeado soñó desde niño con ser agricultor y que jamás abandonó esa meta, incluso cuando las heladas o las tormentas golpeaban las cosechas.
“Renunció a una vida cómoda por ver crecer las vidas que ahora nos rodean. Trabajó de sol a sol, vio cómo los hielos y las tormentas se llevaban en ocasiones su esfuerzo y su cosecha, pero nunca se llevó la ilusión, nunca jamás.”
Con la vendimia a las puertas, la familia invitó a vivir estas fechas como lo que son para Tomelloso: celebración, comunidad y memoria compartida.
“Nos preparamos ahora para la vendimia. Es tiempo de recoger lo que hemos criado. De fiesta en las casas de los agricultores y de celebrar nuestros orígenes, como aquí estamos.”
Becerra reivindicó el legado del premiado como un patrimonio que trasciende a su familia: amor por la tierra, respeto por las raíces y compromiso con la cooperativa y las tradiciones locales.
“Además, os aseguro que no vais a encontrar un embajador mejor que mi padre. Eso lo tengo clarísimo. Es el mejor embajador de su pueblo, de su cooperativa y de su Virgen de las Viñas.”
El agradecimiento culminó con una mención expresa a los valores transmitidos en casa, presentados como la verdadera herencia.
“Papá, en nombre de mis hermanos y el mío, queremos agradecer la educación que nos habéis transmitido tanto mamá como usted. Es de largo, pero muy de largo, la mejor viña que vamos a heredar.”
Un símbolo para una fiesta con raíces
La Fiesta de la Vendimia de Tomelloso ha celebrado de nuevo el vínculo íntimo entre la ciudad y el viñedo manchego. Este 2025, la figura del Vendimiador recaía en alguien que, además de arar, podar, emparrar y plantar, ha sabido unir a su comunidad en torno a una idea sencilla y poderosa: “ser un tomellosero sin más”. La Cueva Orígenes —donde antaño se pisaba la uva y se forjó el espíritu cooperativista— volvió a ser escenario de memoria y futuro.
