Queridos vecinos y vecinas de Tomelloso:
Os escribo con el corazón lleno de emoción y gratitud. Soy Josefa Mora, tía abuela de María, esa joven que tantas veces habéis visto entregada y valiente, y que hoy vuelve a proponerse un reto solidario en favor del Centro San Rafael.
María es un tesoro. Su vida está marcada por el recuerdo de tres tíos y una prima a quienes la enfermedad de Alzheimer se llevó demasiado pronto. A pesar del tiempo transcurrido, su memoria y su corazón siguen latiendo al compás de esos nombres queridos. Cada paso que da en este reto es, para ella, una oración, un recuerdo y un gesto de amor hacia quienes ya no están y hacia todas las familias que hoy sufren lo mismo.
El Centro San Rafael nació precisamente para acompañar a esas familias, para ofrecer respiro, apoyo y dignidad a enfermos y cuidadores. Pero las ayudas son pocas, y las necesidades muchas. Por eso, como siempre hemos dicho: con un euro, si somos muchos, se pueden lograr grandes cosas.
Hoy os pido, en nombre de toda la familia y de quienes formamos parte del centro, que acompañéis a María. Que la sostengáis con vuestra oración, con vuestro cariño y, en la medida de cada cual, también con vuestra colaboración económica. Porque cada gesto cuenta, y porque detrás de este reto late una causa justa y necesaria.
Quiero terminar dando gracias. Gracias al pueblo de Tomelloso, que nunca nos falla. Gracias a quienes, como mi amiga Rafaela Novilla, han estado siempre al pie del cañón. Y gracias, sobre todo, a la Santísima Virgen, Madre que nos guía y acompaña en este camino de fe, esperanza y solidaridad.
Con todo mi afecto,
Josefa Mora














