Muchos de nuestros personajes seleccionados no han conseguido la fama y popularidad que hoy en día necesitamos para concederles la importancia que han supuesto en su trayectoria humana, social o artística. Sin embargo, no menos importante es tener el sentido común necesario para reconocer que estos personajes, aunque no famosos, han sido populares por sus aportaciones a la historia de muchas poblaciones. Cada comunidad siente una deuda de agradecimiento hacia ellos por haber sido verdaderos personajes que han dejado huella imborrable en su memoria local.
ALFONSO DE TORRES (Torrijos, Toledo, c.1520 – Alcalá de Henares, c.1584).
Fue un humanista y escritor de obras dramáticas. En 1543 se licenció en Artes y Filosofía, y en 1546 obtuvo el título de maestro, siendo nombrado catedrático de gramática de San Isidro hasta 1570.
Durante el periodo de 1580 a 1584 enseñó retórica como catedrático. Se dedicó, además de la enseñanza, a la tutela de menores estudiantes. Escribió siete obras literarias.
ALONSO DE ÁVILA (Ciudad Real, 1486 – Nueva Galicia, 1542).
Conquistador en Hispanoamérica, participó en la expedición de Juan de Grijalva a la península de Yucatán, donde resultó herido en la lucha contra los mayas.
Realizó el recorrido por Potonchán y Veracruz, regresando a la isla de Cuba.
En 1518 formó parte de la expedición de Hernán Cortés en 1519, logrando la conquista de Tenochtitlán en 1521. En 1522, los españoles fueron expulsados en la conocida como Noche Triste.
Fue enviado a La Española y en 1522 fue nombrado alcalde de México.
En un viaje de regreso a Castilla fue robado y asaltado por bancos franceses, permaneciendo preso durante dos años en Francia antes de ser liberado.
De regreso a América, participó en la conquista de Yucatán y, entre 1530 y 1535, fundó guarniciones en Tulúm y Salamanca de Bacalar.
En 1535 intervino en la conquista de Tabasco, fundando la villa de Salamanca de Acalán, aunque tras un ataque maya, tuvieron que abandonar la población.
En 1536 participó en Las Hibueras en Honduras y continuó su participación en diversas campañas militares en posesiones mexicanas.
Falleció en Nueva Galicia en 1542.
ALONSO ORTIZ (Alonso Hortiz de Urrutia) – (Villarrobledo, 1455 – 1503).
Canónigo y humanista del prerrenacimiento.
Estudió teología en Salamanca y fue canónigo de la catedral de Toledo, encargado de revisar el Breviarum Mozarabicum, el Misal Mozárabe, gracias a sus conocimientos en hebreo, latín, griego y árabe.
Fue capellán de Isabel la Católica y autor de varios himnos de santos de Toledo.
Son conocidas sus obras: Los Tratados del Doctor Alonso Ortiz, y auto-tradujo parte de sus trabajos.
AMBROSIO MONTESINO (Huete, Cuenca, 1450 – Madrid, 1514).
Profesó en el convento de la Orden Franciscana de su localidad y pasó a ser miembro del Convento de San Juan de los Reyes en Toledo.
Se introdujo en la corte de Isabel II y fue confesor y predicador real.
En 1512 fue nombrado obispo de Sarda en Albania, y se dedicó a escribir numerosa poesía religiosa de composiciones breves, algunas críticas de costumbres y moralistas.
Fue conocido como el “villanciquero de la Reina”.
ANTONIO MARQUÉS Y ESPEJO (Gárgoles de Abajo, Guadalajara, 1762 – hacia 1828).
Religioso y escritor que obtuvo el título de profesor de filosofía.
Se trasladó a Valencia, donde, a los tres años, se doctoró en Teología, ordenándose sacerdote y dedicándose a la predicación.
Fue colector de la Real Casa de Recogidas de Madrid y Beneficiario titular de la parroquia de Alberique.
Viajó a Francia, donde adquirió fama de afrancesado en sus escritos, pero tuvo la mala suerte de que no fueran publicados.
Sus escritos abarcaron diferentes temas narrativos de ficción, utopías y novelas históricas.
Escribió nueve novelas dramáticas, tres narrativas y otras nueve obras de diversos temas.
