Hoy tendría que parar el mundo… pero no para. Mientras lees estas líneas, una mujer de Castilla-La Mancha está recibiendo una amenaza por WhatsApp. Otra ha borrado su Instagram porque ya no aguanta los insultos. Otra ha perdido su trabajo porque alguien subió un deepfake con su cara desnuda. La ONU lo ha dicho este año sin rodeos: la violencia que mata a las mujeres ya no solo golpea con puños. Ahora también lo hace con un clic. Y en Castilla-La Mancha los números duelen: 1.799 denuncias por violencia de género solo en el segundo trimestre de 2025 (+6,2%). 5.629 mujeres protegidas en el sistema VioGén (1.073 más que en 2023). 141 menores huérfanos o tutelados por violencia machista en tres meses. Miles de llamadas al 900 100 114 que no dejan de crecer.
La violencia digital todavía no tiene estadísticas oficiales porque casi nadie se atreve a denunciarla. Pero está en los grupos de WhatsApp de los pueblos, en los perfiles falsos, en las fotos robadas, en los “te voy a arruinar la vida” que llegan a las dos de la mañana. En la España rural el miedo es doble: todos se conocen y nadie olvida. Ya basta.
No quiero más minutos de silencio. Quiero acción. Y la quiero hoy. Educación digital obligatoria desde los 6 años. Que ningún niño piense que compartir una foto íntima “es una broma”. Necesitamos una Ley autonómica contra la violencia digital: penas claras y rápidas por difundir imágenes sin consentimiento, por acosar online y por usar IA para humillar. Que duela hacerlo.
Reivindicamos un Botón de pánico real en el móvil de toda mujer en riesgo: una app que avisa a la Guardia Civil y a su persona de confianza con un toque, aunque no haya cobertura. Un Fondo de emergencia para mujeres que pierden su empleo por acoso digital. Porque encima de la humillación no es justo tener que elegir entre pagar la luz o comer. Además, solicitamos programas obligatorios de nuevas masculinidades en institutos y empresas. El machismo no se cura solo. Se educa fuera.
En nuestra región, tenemos 32,5 millones de euros comprometidos para 2025-2026. Disponemos de 88 centros de la mujer y 15 casas de acogida. Tenemos compromiso. Solo falta voluntad política de todos y todas y que nadie mire para otro lado.
Hoy no pido aplausos. Pido que actúes. Comparte este artículo que nace del corazón. Díselo a alguien: “Esto nos pasa aquí y tenemos que pararlo”. Porque ya no caben más flores en los bancos. Ya no caben más “DEP” en las redes. Ya no caben más madres explicando a sus hijas por qué tienen que tener miedo.
Hoy, 25 de noviembre, no quiero que llores. Quiero que te enfades. Quiero que te unas. Porque mientras una sola mujer tenga miedo de abrir su móvil, ninguna estamos a salvo. Ni una más. Nunca jamás. Defendemos los derechos de las mujeres, un mundo más justo y humano sin violencia y con DERECHOS.
