Tomelloso es una ciudad en crecimiento que, sin embargo, sigue arrastrando una carencia histórica: la ausencia de conexión ferroviaria. Mientras otras localidades más pequeñas disfrutan desde hace años de esta infraestructura, aquí el tren continúa siendo una reivindicación pendiente. Para profundizar en esta lucha, conversamos con Carlos Quintanar, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Tomelloso y Argamasilla de Alba (AAFTA), entidad que lleva muchos años implicada en la defensa del tren de Tomelloso, para que esta demanda deje de ser una promesa y se convierta en una realidad.
Sergio Bernao: Carlos, para comenzar, ¿qué te motivó a involucrarte en la lucha por la conexión ferroviaria de Tomelloso?
Carlos Quintanar: Mi implicación comenzó hace ya años, cuando vi que Tomelloso, a pesar de ser una ciudad con gran potencial, seguía careciendo de una infraestructura fundamental como es el tren. A lo largo de mi vida, he visto cómo la ciudad crecía, no solo en términos de población, sino también en su dinamismo comercial y cultural. Sin embargo, ese crecimiento no ha venido acompañado de una mejora en las infraestructuras de transporte. Los autobuses siguen siendo la única opción, lo que resulta insuficiente y limita las posibilidades de desarrollo tanto económico como social. El tren no es un lujo, es una necesidad básica, no solo para los habitantes de la ciudad, sino para toda la comarca. Y eso fue lo que me impulsó a formar parte activa en esta reivindicación. Sabía que no podíamos seguir esperando más; no podíamos seguir siendo una ciudad incompleta, sin la conectividad necesaria para avanzar en el siglo XXI.
Sergio Bernao: Es cierto que la ciudad ha crecido mucho, pero todavía hay una percepción de que Tomelloso sigue siendo un “pueblo”. ¿Por qué crees que, a pesar de este crecimiento, no hemos logrado tener una estación de tren?
Carlos Quintanar: Lo que ocurre es que, en el fondo, los políticos no han visto a Tomelloso como una prioridad. En muchas ocasiones, la ciudad ha quedado relegada frente a otras que cuentan con infraestructuras ferroviarias mucho más desarrolladas, aunque son de un tamaño mucho menor que el nuestro. Durante años, las promesas de una conexión ferroviaria han estado en la agenda política, pero siempre se ha visto como algo secundario, como una cuestión de “si hay dinero, lo haremos”. En lugar de apostar por un proyecto que beneficiaría a miles de personas, nos han dejado esperando. La falta de visión y de compromiso ha sido uno de los mayores obstáculos, y esa es la razón por la cual la conexión ferroviaria sigue sin ser una realidad. Es como si Tomelloso, a pesar de ser una ciudad con una gran proyección de futuro, se siguiera viendo como un lugar menor, algo que no tiene sentido dado su tamaño y sus necesidades. Y es frustrante ver cómo se destinan recursos a proyectos que quizás no tienen el mismo impacto, mientras nuestra ciudad sigue sin la infraestructura básica que cualquier ciudad moderna debería tener.
Sergio Bernao: A pesar de las dificultades, AAFTA ha estado luchando por esta causa durante años. ¿Qué logros importantes has conseguido hasta ahora en la lucha por el tren en Tomelloso?
Carlos Quintanar: Uno de los logros más importantes ha sido el cambio en la percepción de la gente. Al principio, muchos pensaban que la idea de conseguir un tren era una utopía, algo irrealizable. Sin embargo, hoy en día, casi todos los ciudadanos entienden que no se trata solo de un deseo, sino de una necesidad que impulsaría el desarrollo de la ciudad. Hemos logrado que la gente se involucre, y eso es crucial. A nivel práctico, hemos organizado varias iniciativas, desde reuniones y charlas hasta la creación de una publicación informativa que ha ayudado a sensibilizar a la población. También hemos generado un espacio de comunicación constante con otras plataformas y asociaciones que apoyan nuestra causa. Aunque no hemos conseguido el tren aún, sin duda, el mayor logro ha sido generar esa conciencia en la gente, y eso no tiene precio. Ahora, la gente sabe que el tren no solo es algo que queremos, sino algo que necesitamos urgentemente. Hemos tenido muchas reuniones con políticos, hemos mostrado estudios que demuestran que la conexión ferroviaria es viable y que tiene un impacto positivo no solo en Tomelloso, sino en toda la región. La gente está cada vez más convencida de que este proyecto tiene que ser una realidad, y ese cambio de mentalidad es uno de los mayores logros que hemos conseguido.
Sergio Bernao: ¿Cómo ves el futuro del proyecto? ¿Crees que finalmente veremos el tren en Tomelloso?
Carlos Quintanar: Soy optimista, pero también realista. El proyecto sigue siendo viable, pero la clave está en la presión política y social. El diseño técnico ya está planteado, y los estudios han demostrado que el proyecto no solo es posible, sino necesario. Sin embargo, las decisiones finales dependen de los políticos, y ahí es donde hay que seguir insistiendo. Si mantenemos la presión y seguimos haciendo ruido, es posible que el proyecto avance, pero no podemos bajar la guardia. Es algo que debe seguir en la agenda, y tiene que ser una prioridad. Sabemos que la infraestructura es necesaria no solo para Tomelloso, sino para toda la comarca, por lo que el impacto será mucho mayor que una simple mejora en el transporte. Será una mejora económica, turística y de conectividad, que nos pondrá en el mapa. Ya no podemos quedarnos atrás, las ciudades que no se adaptan a las necesidades de conectividad se estancan. Ahora, lo que necesitamos es un compromiso real por parte de las autoridades. La viabilidad del proyecto está clara. Pero los recursos y la decisión política son fundamentales. Es hora de que los políticos pongan a Tomelloso en el lugar que se merece.
Sergio Bernao: Hablando del ramal que se mencionó en su momento para conectar Tomelloso con Cinco Casas, ¿crees que este ramal se puede recuperar y que sería una solución viable?
Carlos Quintanar: Sí, ese ramal no es solo una propuesta sobre el papel, sino que en su momento fue diseñado y estudiado por ingenieros. De hecho, en su día, algunos trazados se realizaron, pero por diversas razones políticas y presupuestarias, nunca se llevaron a cabo. Sin embargo, la infraestructura necesaria para recuperarlo existe. Hoy en día, con las tecnologías y los recursos disponibles, se podría reconstruir este ramal de manera eficiente. Es más, no solo sería útil para conectar Tomelloso con Cinco Casas, sino que también podría ser un punto de partida para la ampliación de la red ferroviaria en la zona. Si existiera voluntad política, esto podría ponerse en marcha rápidamente. Además, el coste no sería tan alto como otros proyectos nacionales. Hablamos de una cifra mucho más accesible, que podría obtenerse con fondos europeos o con una buena planificación. Si se destinara una pequeña parte de esos fondos a este proyecto, se podría materializar rápidamente. Es un proyecto que no solo tiene sentido desde el punto de vista de la conectividad, sino que también tiene un gran impacto en la economía local, en el empleo, y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Sergio Bernao: ¿Cómo crees que se sienten los habitantes de Tomelloso y la comarca con respecto a la situación? ¿Está la gente realmente motivada para conseguir el tren?
Carlos Quintanar: La gente está motivada, pero también está frustrada. Han pasado muchos años esperando, y lo único que se han encontrado son promesas incumplidas. Este sentimiento de impotencia es algo que hemos intentado combatir, mostrando que, aunque la lucha sea difícil, no estamos solos. Los ciudadanos de Tomelloso, Argamasilla y los pueblos cercanos están comprometidos, pero también están hartos de las excusas. Se ha generado un gran apoyo a la causa, y cada vez más personas se dan cuenta de que esto no se trata solo de un capricho, sino de algo que tiene un impacto real y tangible en sus vidas. Estamos hablando de la oportunidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes, de generar empleo y de abrir nuevas puertas a la economía local, lo que repercutiría en todos los aspectos de la vida cotidiana. Esto es algo que no se puede seguir ignorando. Tomelloso merece una conexión ferroviaria y, con la unidad de la gente, podremos conseguirlo. La motivación está ahí, y es más fuerte que nunca. Solo necesitamos que las autoridades tomen nota y actúen.
Sergio Bernao: Es cierto que la lucha sigue siendo complicada, pero el apoyo popular tiene un gran peso. ¿Qué mensaje le darías a los políticos locales y a los ciudadanos de Tomelloso?
Carlos Quintanar: A los políticos les diría que no pueden seguir ignorando esta demanda. Es hora de dejar de hacer promesas vacías y ponerse a trabajar. Este proyecto debe ser una prioridad, no solo en la agenda política local, sino también a nivel regional y nacional. Tomelloso es una ciudad que ya no puede esperar más, y las decisiones políticas deben ser tomadas pensando en el futuro de la ciudad y la comarca. A los ciudadanos les diría que sigan apoyando la causa, que sigan presionando, porque es una lucha que afecta a todos. Si nos mantenemos unidos, si nos mantenemos firmes, los políticos no tendrán más opción que actuar. Al final, si el pueblo se moviliza, las autoridades tendrán que escuchar. Esta es una causa justa, y juntos podemos lograr que Tomelloso tenga el tren que se merece.
Sergio Bernao: ¿Qué beneficios traerá la conexión ferroviaria a Tomelloso? ¿Cómo impactará a la vida diaria de sus habitantes?
Carlos Quintanar: El impacto será tremendo. En primer lugar, mejorará la conectividad con otras ciudades y regiones, lo que facilitaría tanto los desplazamientos personales como el transporte de mercancías. Esto tendría un efecto directo en la economía local, favoreciendo el turismo, las inversiones y, por supuesto, la generación de empleo. Las empresas de la zona podrían acceder a nuevos mercados y proveedores, mientras que los habitantes de Tomelloso tendrían una forma más rápida y cómoda de desplazarse a las ciudades cercanas. Además, contribuiría a reducir la dependencia del transporte por carretera, lo que es más ecológico y eficiente. La infraestructura ferroviaria es una inversión en el futuro que repercute positivamente en todos los aspectos de la vida local.
Sergio Bernao: ¿Qué papel juega la sostenibilidad en este proyecto y cómo podría contribuir a una movilidad más verde en la región?
Carlos Quintanar: La sostenibilidad es una de las claves de este proyecto. Un tren moderno y eficiente no solo mejora la conectividad, sino que también reduce la huella de carbono. A través del uso de energías renovables y la optimización de los recorridos, el impacto ambiental del transporte ferroviario es mucho menor en comparación con el transporte por carretera. En un momento en que la crisis climática es una preocupación global, es imprescindible apostar por soluciones de transporte más sostenibles. Si conseguimos que Tomelloso tenga su tren, estaríamos dando un paso hacia un futuro más verde y con mayor compromiso con el medio ambiente.
Sergio Bernao: Muchas gracias, Carlos, por tu tiempo y esperemos que Tomelloso tenga esa conexión ferroviaria tan deseada.
Carlos Quintanar: A vosotros por vuestra amabilidad y haber pensado en mí para esta entrevista.
La entrevista con Carlos Quintanar deja claro que la lucha por el tren en Tomelloso va mucho más allá de una simple infraestructura: es una reivindicación de justicia territorial, de futuro económico y de dignidad para toda una comarca. La viabilidad técnica está demostrada, el impacto social y económico es incuestionable y la sostenibilidad convierte al ferrocarril en una pieza clave para una movilidad más verde. Ahora, la verdadera batalla se libra en el terreno de la voluntad política y de la presión ciudadana organizada.
Desde aquí, queremos agradecer sinceramente a Carlos Quintanar su compromiso constante, su trabajo discreto pero incansable y su disposición a compartir esta visión con todos nosotros. Su voz es la de muchos vecinos y vecinas que sueñan con ver, por fin, a Tomelloso en el lugar que se merece: conectado, reconocido y mirando al futuro con esperanza.













