(En cursiva y negrita, nuestras aportaciones y, en letra normal, lo escrito por Miguel de Cervantes)
En verdad, mi señora ministra, que si vuestra merced no afirma el pie llano, y se está quieta en su casa, y se deja de revolotear por los decretos y por las amnistías como ánima en pena, buscando esos enredos que dicen que acuerdos, a quien yo llamo chapuzas, que me tengo que quejar en voz y en grito a Dios y al rey que pongan solución en ello.(Cap. VI) (2)
Demócrata soy y demócrata he de morir, si place al Altísimo. Unos van por el ancho campo de la económica ambición soberbia; otros por el peloteo servil y bajo, otros por el de la falsedad engañosa y algunos por el de la verdadera hipocresía, pero yo, inclinado de mi convencimiento, voy por la verdadera senda de la formal sinceridad, por cuya actuación desprecio la afanosa economía, pero no la honra.(Cap. XXXII)(2)
Sabrás, presidente, que los españoles y los que se embarcan en la política para ir a las Cortes, una de las señales que tienen para entender que han pasado la línea social que te he dicho, es que a todos los que van de demócratas embarcados, se les olvida la simpatía, sin que le quede alguna, ni nada le quedará con el peso del dinero, y así, puedes pasar, Sánchez, una mano por tu muslo y si tocaras carne viva, saldrán de esta duda y, si no, político habemos.(Cap. XXIX) (2)
Porque te hago saber, presidente, que hay dos maneras de ser presidente en España. Unos que traen y derivan una presidencia de diputados en la asamblea general, en la que poco a poco el tiempo ha ilegalizado y ha acabado en juicio, como líderes puestos al revés.; otros tuvieron principio de gente baja, y van subiendo de cargo en cargo hasta llegar a ser grandes desertores.(Cap. XXI) (1)
¿Tú no ves, presidente, que todo redunda en tu mayor prestigio? Porque has de saber que en este nuestro estilo de gobernares gran honra tener una cola de muchos servidores fieles que nos sirvan, sin que se extienden más sus pensamientos que en servirnos por solo ser tú quién eres, sin esperar otro agradecimiento por tus muchas y buenas políticas, sino que ellos se contenten en aceptarlos por tus seguidores.(Cap. XXXI) (1)
Corre la amnistía vuela y va
ligera, y quizá volverá,
y erraría el que supusiera,
o que el Puigdemont ya se fuera o viniese a destiempo ya.
Vivir en semejante vida,
ya esperando, ya deseando,
es angustia bien conocida,
y es mucho mejor viajando
buscar al sufrimiento salida.
A Carles le fuera de interés
terminar; más no lo es
pues, con engaño mejor,
le da a la vida más fervor
por lo truhán que es.(Cap. XVIII) (2)
No por cierto, respondió la diputada,; pero dígame señor presidente, ¿qué hazañas mías son las que más se ponderan en esta legislatura? En eso, respondió el presidente, hay diferentes opiniones como hay diferentes gustos: unos se atienen a la reducción de las listas de espera, a nuestro criterio nos parecieron inocuos y delirantes; otros a la de los toros; Íñigo, a la recuperación de nombres de destacadas personalidades que desaparecieron por el Movimiento Nacional;, la protección sobre los muertos de las batallas; otro dice que a todas se aventaja la de la libertad de los ciudadanos; otro más, que ninguna iguala a la de las dos propuestas sanitarias, con la importancia de su trascendental aplicación.
No se me quedó nada, continuó la opositora , a su partido en el tintero: todo lo dicen y todo lo apuntan: hasta que las pretensiones que la destartalada de la política diputada hizo en su exposición.(Cap. III) (2)













