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viernes, diciembre 5, 2025
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Hoy es San Isidro, patrón de los agricultores

El reconocimiento de San Isidro como patrón supone el hacer un llamamiento sobre la palabra agricultor y saber reconocer lo que supone esta profesión que nos permite a los humanos disponer de nuestras fuentes de recursos agrarios para la subsistencia de gran parte de nuestra alimentación cotidiana.

Pero, en este artículo, quiero dar mi propia versión de lo que supone hoy en día ser agricultor.

El concepto absurdo de que ser agricultor supone ir al campo a labrar, a sembrar, a regar y otros menesteres en las parcelas, hoy en día es totalmente erróneo.

En la situación actual de la agricultura esta profesión se ha convertido- y de hecho siempre ha venido siendo- una labor que- sin ningún temor-, nos atrevemos a decir que es  la de un verdadero empresario y se puede asimilar con total certeza a cualquier actividad que se lleva a cabo en distintas actividades de otros sectores productivos.

Intentaremos explicarlo:

El agricultor actual que lleva adelante sus cultivos, no solamente es trabajador de sus tierras, además podemos calificarlo con otra serie de actividades que, insistimos, son de verdadera empresa, en el sentido de que tiene y debe que plantear decisiones de su empresa agraria en muchos sectores distintos de su propio trabajo en el campo.

El agricultor de hoy en día es gestor de su explotación y, por lo tanto, tiene que tomar decisiones sobre aspectos de la orientación productiva de su explotación, igualmente de la orientación productiva de sus cultivos, lo que supone una gestión donde entra a formar parte de decisiones importantes de economía, estudiando sus necesidades en cuanto a los gastos necesarios, en cuanto a las inversiones que deben realizarse, en el coste de los mismos.

Además, debe llevar un control económico-administrativo del rendimiento de sus actividades, comprobando gastos variables y gastos fijos.

Además, también tiene la actividad de mantenerse dentro de las normas que debe cumplir por su responsabilidad sobre el medio ambiente y las normativas existentes para cumplir los reglamentos de mantenimiento de la vegetación, del medio ambiente y de las normas agrícolas que deben respetarse, lo cual conlleva a la realización de las gestiones y trámites administrativos necesarios para estar al día de la documentación necesaria y pertinente.

Además, y, por si fuera poco, la actividad de cumplir con las normas administrativas y de gestión a nivel de Hacienda y de sus responsabilidades tributarias y de gestión administrativa, como cualquier persona o entidad física o empresarial, buscando la forma de gestionarlas con apoyo de empresas y gestores.

No descansaremos hasta explicar para todo el mundo que el cúmulo de estas actividades las lleva a cabo el agricultor y, por lo tanto, se convierte en un empresario económico, puesto que además debe luchar por defender el precio de sus productos buscando las soluciones más plausibles en solitario o en agrupaciones, porque deseamos recordar, que, salvo muy pocas ocasiones, el agricultor no puede poner precio a sus productos, como hacen la mayoría de las empresas de otros sectores que sí lo hacen.

Y, como empresarios, que en definitiva son, también tienen que equilibrar sus necesidades de mano de obra, que para un agricultor medio son variables y muchas veces imprevisibles, lo que supone una nueva actividad de gestión laboral que debe ser mu y cuidadosa y legal.

Seguramente, se me ha pasado por recordar algunos aspectos más del respeto, consideración y valoración de la actividad de ser agricultor y poder ampliar de alguna manera el sentido anticuado de ser agricultor, que se ha convertido en una increíble labor de gestión a todos los niveles y que no se está reconociendo en su verdadera labor, por lo que San Isidro estará orgulloso de la importancia y trascendencia humana y social de ser agricultor.

Ni que decir tiene que es común para todos los agricultores del mundo, que siempre se está dependiendo de la climatología y de sus imprevisibles actuaciones, que incluyen actividades no previstas.

Gracias San Isidro, eres ejemplo de nuestra labor y los tomelloseros estarán al día de cumplir con ella y ser reconocidos como verdaderos artífices de la riqueza de su maravillosa profesión.

Ángel Bernao

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