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jueves, diciembre 4, 2025
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Inés Losa: «El fallo del concurso público del Cartel de la Feria fue por decisión unánime de la comisión de cultura formada por PP, VOX y PSOE»

La resolución de concursos públicos, en particular aquellos relacionados con eventos populares y culturales, es un tema que a menudo genera debate, especialmente cuando las decisiones tomadas no son las esperadas por todos los participantes o seguidores del evento en cuestión.

Un claro ejemplo de esto es la reciente resolución del concurso del cartel anunciador de la Feria y Fiestas de Tomelloso 2025. A raíz de la polémica surgida tras la publicación de los resultados, desde la presidencia de la Comisión de Cultura.

La concejala de cultura Inés Losa ha ofrecido una rueda de prensa hoy para aclarar los aspectos clave de este proceso y responder a algunas interpretaciones.

El contexto del concurso del cartel anunciador

En primer lugar, es fundamental entender el contexto en el que se enmarca este concurso. Cada año, con motivo de la Feria de Tomelloso, se organiza un concurso para elegir el cartel que servirá como imagen oficial del evento, afirma la concejala. Este tipo de concursos son una práctica común en muchas ciudades y municipios, ya que permiten a la ciudadanía participar activamente en la creación del símbolo que representará la fiesta. Además, fomentan la creatividad y el interés en la cultura local, al tiempo que se da visibilidad a artistas y diseñadores de la comunidad.

En el caso del cartel anunciador de la Feria y Fiestas de Tomelloso 2025, Losa ha afirmado que el concurso se llevó a cabo con la intención de encontrar una imagen que capturara la esencia del evento y que pudiera ser utilizada en toda la promoción visual de las festividades. Los carteles presentados fueron evaluados por un jurado compuesto por miembros de la Comisión de Cultura, integrada por concejales de tres grupos políticos: Partido Popular, Vox y Partido Socialista.

La Composición del jurado y el proceso de evaluación

Una de las primeras aclaraciones importantes que se hizo desde la presidencia de la Comisión fue respecto a la composición del jurado. Se destacó que la evaluación de los carteles fue realizada por un jurado plural, representando a todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento. En este sentido, el jurado estuvo compuesto por concejales del Partido Popular, Vox y Partido Socialista, lo que garantizó un proceso de evaluación equilibrado y justo.

Este punto es clave, ya que muchas veces se tiende a pensar que los concursos de este tipo pueden estar influenciados por intereses partidistas o personales, aclaraba. Sin embargo, la Comisión de Cultura hizo hincapié en que la decisión tomada fue unánime, sin fisuras, lo que demuestra que la elección de declarar desierto el concurso fue el resultado de un consenso total entre los miembros del jurado, quienes evaluaron exclusivamente los carteles presentados, sin conocer la identidad de los autores.

En cuanto al proceso de evaluación, se especificó que los miembros del jurado valoraron las obras presentadas exclusivamente por su calidad artística y capacidad para transmitir el espíritu de las festividades. En ningún momento se consideró la autoría de las obras, ya que el jurado solo evaluó la imagen presentada. Esto es una práctica común en concursos de este tipo, donde se busca asegurar que las decisiones se tomen de manera objetiva, atendiendo solo a los criterios establecidos en las bases del certamen.

La Decisión de declarar el concurso desierto

La decisión de declarar desierto el concurso no es una novedad ni una excepción, asevera Losa. En otras ocasiones, tanto en este certamen como en otros impulsados por el Ayuntamiento y por diversas instituciones, se ha tomado la misma medida cuando los trabajos presentados no cumplen con las expectativas establecidas en las bases del concurso. La resolución de declarar un concurso desierto está expresamente contemplada en las bases del certamen y es totalmente legítima.

Es importante señalar que, según lo expuesto por la presidenta de la Comisión de Cultura, el hecho de que el concurso haya quedado desierto no implica en absoluto que los trabajos presentados carecieran de calidad. De hecho, la presidenta aclaró que en ningún momento se descalificaron las obras o a los autores. La decisión de declarar desierto el concurso se tomó porque, según el jurado, ninguno de los carteles presentados cumplía con las expectativas y los criterios exigidos para este año en particular. Es decir, la calidad de los trabajos no fue cuestionada, sino que simplemente no se consideraron adecuados para representar el evento.

La Libertad de Expresión y la Crítica Pública

Como es natural en cualquier proceso de selección pública, la decisión del jurado fue objeto de debate en algunos círculos, especialmente en las redes sociales y en los medios de comunicación. Sin embargo, Losa destacó que las discrepancias con el fallo forman parte del ejercicio legítimo de la libertad de expresión. «Las personas tienen todo el derecho a manifestar su desacuerdo con la decisión tomada, pero es importante recordar que las bases del concurso son claras y establecen que la decisión del jurado es inapelable».

«Este aspecto es relevante, ya que en ocasiones, cuando se toman decisiones que no son populares o que no se ajustan a las expectativas de todos, se pueden generar malentendidos». En este caso, se subrayó que la crítica a la decisión no es un ataque a la calidad de los trabajos presentados, sino más bien una expresión de desacuerdo con el resultado del proceso de selección. Es fundamental que se respete el fallo del jurado, ya que este se toma de acuerdo con unos criterios establecidos y se basa en una evaluación objetiva.

El propósito y la legitimidad de los concursos públicos

Losa desctacó que, los concursos como este tienen un propósito fundamental: fomentar la participación ciudadana y promover la creatividad. A través de estos certámenes, se busca involucrar a la comunidad en la creación de elementos simbólicos que representan eventos importantes, como las festividades locales. Además, se ofrece una plataforma para que los artistas locales puedan mostrar su trabajo y ser reconocidos públicamente.

En este sentido, es importante recordar que la decisión de declarar un concurso desierto no debe ser vista como una descalificación de la participación ciudadana, sino como una oportunidad para mejorar en futuras ediciones. Los concursos son una herramienta útil para incentivar la creatividad y el compromiso de la ciudadanía, y su propósito sigue siendo válido, incluso si en un año determinado no se encuentra un trabajo que cumpla con las expectativas establecidas.

La transparencia en el proceso

Uno de los puntos que destacó la concejala fue la importancia de la transparencia en todo el proceso. Desde el momento en que se convocó el concurso hasta la resolución final, la Comisión de Cultura aseguró que todo se llevó a cabo de acuerdo con los procedimientos establecidos y con total transparencia. Esto es esencial en cualquier concurso público, ya que garantiza que todas las partes implicadas tengan confianza en la imparcialidad del proceso, explicaba.

En este sentido, también recordó que las bases del concurso fueron claras desde el principio y que todos los participantes aceptaron esas bases al inscribirse en el certamen. Además, la composición del jurado y el hecho de que la decisión haya sido tomada por unanimidad son elementos que refuerzan la transparencia del proceso.

La importancia de respetar las decisiones del Jurado

La resolución del concurso del cartel anunciador de la Feria y Fiestas de Tomelloso 2025 ha generado un debate que pone de manifiesto la importancia de la participación ciudadana y la libertad de expresión. Sin embargo, también es fundamental reconocer que las decisiones tomadas por los jurados en concursos públicos deben ser respetadas, ya que están basadas en criterios objetivos y en un proceso de evaluación imparcial.

La transparencia en el proceso y la legitimidad de la decisión son elementos clave para garantizar la confianza de la ciudadanía en estos certámenes. Al final, lo que se busca con estos concursos es fomentar la creatividad, dar visibilidad a los artistas locales y, sobre todo, representar adecuadamente los valores y el espíritu de las festividades.

En definitiva, los concursos de este tipo deben seguir siendo una herramienta válida para promover la participación activa de la comunidad, y es necesario que todos respetemos los resultados, incluso cuando no coincidan con nuestras expectativas personales.

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