Agricaman, colectivo de agricultores y ganaderos independientes de Castilla-La Mancha, felicita públicamente a la organización agraria independiente URA (Unión Rural Asturiana) por su aplastante victoria en las elecciones agrarias celebradas este 17 de julio en Asturias. Con más del 47 % de los votos, URA ha demostrado que cuando se abren las urnas al campo, el resultado es una representación auténtica, libre y alejada de las viejas estructuras subvencionadas.
Tras 23 años sin celebrarse elecciones agrarias en esa comunidad, miles de ganaderos y agricultores asturianos han podido ejercer por fin su derecho al voto. El proceso, respaldado por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias pese a los intentos de bloqueo de algunas organizaciones, se ha desarrollado con absoluta normalidad. Y los resultados no han dejado lugar a dudas.
URA ha arrasado con el 47 % de los votos. Muy por detrás han quedado UPA (16 %), USAGA (15 %) y COAG (11 %), que ha logrado por los pelos mantenerse en el Consejo Agrario al superar el umbral mínimo del 10 %. ASAJA ha quedado fuera. Una muestra clara de que los agricultores están cansados de las estructuras tradicionales y apuestan por organizaciones que les representen de verdad.
Mientras en Asturias —gobernada por el PSOE— se abre la participación al sector agrario, en Castilla-La Mancha PSOE y PP blindan un sistema sin urnas, sin voto y sin competencia, donde solo tienen cabida las organizaciones de siempre, subvencionadas con más de 700.000 euros al año. Esa es la base sobre la que se sostiene la llamada Ley de Representatividad Agraria de Castilla-La Mancha: impedir que el campo hable.
Aquí no se vota. Aquí se elige a dedo. Como bien dice el presidente Page refiriéndose a Pedro Sánchez, aquí Martínez Lizán se cree “el puto amo” y nos mantiene censurados, negando a los agricultores y ganaderos su derecho a decidir quién debe representarlos. En Castilla-La Mancha no hay democracia agraria: hay reparto de privilegios.
Mientras URA gana en las urnas con propuestas independientes, aquí se protege un sistema cerrado donde ni siquiera se permite a nuevas organizaciones presentar candidatura. Se nos imponen filtros diseñados para excluir, con criterios que premian sedes, plantillas y expedientes, no respaldo real del sector.
Desde Agricamán felicitamos a URA por demostrar que otro modelo es posible: el de una democracia agraria viva, donde se respeta la voluntad del agricultor. Y denunciamos la hipocresía de quienes en Castilla-La Mancha presumen de diálogo mientras pisotean el derecho al voto.
Por ello, exigimos:
- La derogación inmediata de la actual Ley de Representatividad Agraria.
- La convocatoria urgente de elecciones agrarias abiertas a todas las organizaciones.
- Un sistema electoral basado en igualdad, participación y libertad, no en filtros hechos a medida de las estructuras subvencionadas.
Queremos elecciones agrarias libres, sin filtros, sin chiringuitos y sin privilegios.
Los agricultores de Castilla-La Mancha estamos hartos de esta dictadura democrática. Queremos votar. Y lo haremos hasta conseguir una democracia agraria real.
