Un año más, el pueblo de Argamasilla de Alba se ha volcado con su patrona, Nuestra Señora de Peñarroya, en una jornada cargada de fe, tradición y emoción compartida.
Desde primera hora, con la Santa Misa y la salida de la Virgen hacia el Castillo-Santuario de Peñarroya, la Agrupación Musical Maestro Martín Díaz puso la nota musical, arrancando los aplausos con el Himno de España y acompañando con diferentes piezas a nuestra patrona.
Durante el camino, no faltaron los vivas a la Virgen, al Chatillo, al pueblo de Argamasilla y a quienes la portaban a hombros con tanta devoción.
El avituallamiento en Santa María corrió a cargo de la Agrupación de Coros y Danzas Mancha Verde, que ayudó a calmar la sed y reponer fuerzas a los participantes antes de continuar el camino.
La llegada al Santuario estuvo marcada por uno de los momentos más emotivos del día: el pueblo, entre aplausos y al grito de ¡Guapa! ¡Guapa! ¡Guapa!, recibió a su patrona con el mismo cariño y fervor de siempre.
Posteriormente, se realizó la tradicional entrega por parte de los Ayuntamientos y las Cofradías de ambos pueblos, cerrando una romería que, año tras año, une a todo un pueblo en torno a Nuestra Señora de Peñarroya.














