Más de un centenar de personas se dieron cita este miércoles en el Cine Princesa de Villacañas para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, en una jornada que combinó cine, memoria, identidad y reflexión social. La localidad acogió una de las paradas del VIII Ciclo Nacional de Cine y Mujeres Rurales, impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con la proyección gratuita de la película Tierra de Nuestras Madres.
El filme, dirigido por la cineasta villacañera Liz Lobato, fue recibido con especial expectación por tratarse de una obra con raíces locales, tanto en su dirección como en su reparto. La sesión arrancó a las 17:00 horas y, tras la proyección, el público pudo participar en un coloquio junto a la directora, varios actores y actrices del reparto —también del municipio— y el equipo del Centro de la Mujer de Villacañas, entidad organizadora del evento.
Durante el coloquio se abordaron cuestiones relacionadas con el proceso creativo de la película, las influencias autobiográficas y artísticas de Lobato, así como los desafíos a los que se enfrentan las mujeres rurales en la actualidad. La actividad sirvió como espacio de encuentro y diálogo intergeneracional, en el que se puso en valor la importancia del arraigo, la tradición y la mirada femenina sobre el entorno rural.
La concejala de Igualdad, Irene Rivera, expresó su agradecimiento a todos los asistentes y a la directora, subrayando “la importancia de este tipo de iniciativas que nos permiten hablar de igualdad desde nuestras propias historias, y poner en valor la aportación de las mujeres al desarrollo rural”.
Este ciclo de cine forma parte de una muestra itinerante que recorre cada año, en torno al 15 de octubre, localidades de toda España —tanto grandes ciudades como pequeños pueblos— para ofrecer visibilidad a historias protagonizadas por mujeres del medio rural. El objetivo es reivindicar su papel esencial en la estructura económica, social y cultural del país, así como reflexionar sobre los retos que aún persisten en materia de igualdad y acceso a oportunidades.
En Villacañas, el evento fue también una celebración del talento local, una reivindicación del papel de las mujeres rurales como motor de cambio y una apuesta por el reconocimiento cultural, humano y social de sus trayectorias.
