Este año 2025 la Red Feminista CLM ha lanzado la campaña «El Feminismo no exagera» como contrapunto explican a las voces que pretenden descalificar el feminismo; «el feminismo se basa en datos contrastables cuando enumera las violencias que se ejercen específicamente sobre las mujeres». Decimos «violencias» en plural «porque tienen muchas formas de manifestarse y una de ellas, la institucional, protagoniza nuestro manifiesto».
Os dejamos con el contenido del mismo:
Hace 65 años, las hermanas Mirabal, “las mariposas”, fueron asesinadas a manos del gobierno dominicano por ser mujeres y revolucionarias. En memoria de ellas, la ONU declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra Las Mujeres. Pero este día también es el de la Revolución de las Rosas, movimiento internacional que denuncia la violencia obstétrica. Es por estas dos reivindicaciones por las que salimos hoy a las calles.
Ahora, todos los estados democráticos se autodefinen como contrarios a las violencias machistas y, en concreto, España pasa por ser uno de los países más avanzados en legislación igualitaria. Pero ¿cumple España realmente su propia normativa? o ¿es sólo un día en el que los cargos políticos estatales y autonómicos presumen de estar a la vanguardia de la lucha contra las violencias machistas con palabras y acciones vacías?
En España sigue habiendo feminicidios: la máxima violencia que los maltratadores machistas ejercen sobre las mujeres. Recordemos que en este último año se han contabilizado más de 70 asesinos que han matado a sus parejas o ex-parejas, a sus madres o a sus suegras, a sus conocidas o vecinas y a sus esclavas sexuales, además de las más de 34.000 víctimas que han denunciado, siendo estas solo el 11% de las víctimas reales.
Desde 2003, 1.333 mujeres han sido asesinadas: más víctimas mortales de las que provocó el terrorismo de ETA. Pese a todo, todavía hay gente que niega la realidad de la violencia machista y que es cometida por hombres violentos, que no enfermos: hombres que creen serlo más cuanto más agresivos son y no están locos, sino que son hijos sanos del patriarcado.
Sin embargo, con ser esta violencia la más terrorífica, hay otras violencias que también destrozan la vida de las mujeres, violencias difíciles de combatir porque quien te agrede no es una persona, sino una institución que debería protegerte: son las violencias institucionales y, concretamente, las violencias en el ámbito sanitario.
La nefasta gestión de los cribados del cáncer de mama en Andalucía denota la indiferencia de las instituciones ante enfermedades mayormente femeninas que deja datos como las más de 2000 mujeres afectadas de las que una decena habrían muerto sin conocer los resultados ni recibir la atención precisa, llamando la atención sobre la pésima vigilancia de las concesiones a la sanidad privada. En la comunidad valenciana, 90.000 mujeres no han sido citadas. En Cantabria, 4.000 mujeres están pendientes de resultados. En Madrid, los cribados se están haciendo con test de dudosa eficacia.
También, y en toda España, sufrimos esta indiferencia y dejación de funciones con la mala aplicación de la Ley Orgánica 1/2023 sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo. De hecho, en Castilla-La Mancha y en la mayoría de las comunidades autónomas, las mujeres no pueden hacer uso de los hospitales públicos para abortar, sino que se tienen que ir a clínicas privadas que, en ocasiones, distan cientos de kilómetros de sus domicilios (en las provincias de Toledo, Cuenca y Guadalajara no hay ningún recurso hospitalario para abortar y tienen que viajar a Madrid), además de sufrir el acoso de los grupos anti-abortistas cuando llegan a la puerta de la clínica.
Por todo esto nos tomamos del brazo y, juntas, exijimos :
- Políticas que favorezcan el empoderamiento de las mujeres y las niñas promoviendo su autonomía económica a través de educación, la capacitación y el empleo, sobre todo en las zonas rurales.
- El impulso de leyes que favorezcan la equidad de género en todos los ámbitos de nuestra vida, tanto público como privado sin permitir ningún retroceso en los derechos conseguidos por las mujeres.
- La existencia de garantías para la protección de las mujeres en los servicios judiciales, de seguridad, sociales y sanitarios, con personal capacitado y entrenado.
- Una política presupuestaria que priorice la atención en la sanidad pública sobre la derivación a la sanidad privada,
- La resolución inmediata de las listas de espera,
- La publicación del número y ubicación de profesionales que objetan a la IVE y la creación de servicios multidisciplinares que atiendan de forma integral a las afectadas.
No nos moveremos ni un ápice de nuestras reivindicaciones. Juntas y fuertes.
