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viernes, junio 13, 2025
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El misterio del otoño: “Alegría o tristeza”

La llegada de esta extraña estación del año, se nos ha presentado con las inquietudes de todos los ciudadanos y con la extrañeza que aporta las indecisiones de la madre naturaleza, que nos llevan a no entender en qué ambiente estamos y qué nos vamos a encontrar.

 La estación otoñal está llena de inquietudes y nos inyecta en nuestro pensamiento dudas existenciales que los humanos no sabemos deducir, como tampoco logramos entender a nuestra estación.

Muchos pensamos que es una época triste del año, donde la felicidad, la ilusión, la vida al aire libre, los espacios de diversión, el sol, la playa, los viajes,  la alegría de los ciudadanos viviendo más en la calle que en la propia casa, nos ha llenado de riqueza social y festiva, donde hemos tenido tiempo de abrazar a a los amigos, estar con la familia más tiempo y llenarnos de expansión y júbilo nuestras esperanzas, nos da la impresión de que la satisfacción  va a desaparecer y nos vamos a imbuir en un tiempo sórdido, callado, de escaso contacto humano, de desazón y desencuentros.

Pero si hacemos un poco de reflexión  utilizando el razonamiento y avispando a nuestra mente, el otoño nos da felicidad… ¿Que no?, pues estamos equivocados, sí, porque nos dejamos llevar por lo fácil , por lo sencillo, donde nuestra mente no nos ha obligado a utilizar la sensatez.

¿Qué tiene el otoño que sea incluso mejor que el verano que hemos dejado atrás……? Pues, nada.

 Veámoslo.

El otoño nos proporciona los momentos más sensatos de nuestra trayectoria humana, nos permite sobre pesar nuestras andanzas por la vida, nos aconseja sobre nuestro futuro, nos anima a prosperar, mejorar y montar una forma de vida que nos permita vivir con mayor confianza, con mayor seguridad, nos permite trazar una vía de solidez humana y además, a pesar de sus circunstancias meteorológicas, nos permite valorar a los humanos, comprender las circunstancias que malinterpretamos y malhacemos en nuestro mundo, nos permite ampliar nuestro conocimiento sobre el comportamiento  de la sociedad y nos permite saber valorara nuestra propia vida y la de los demás.

Y aunque es cierto que existe un momento de tristeza por el distanciamiento o falta de contacto con nuestras personas queridas, ello debe hacernos felices porque los recuerdos de los buenos momentos son imborrables y nos permiten volver a rememorar las situaciones más felices de nuestra existencia,

Estas vivencias del otoño deben ser siempre recordadas como algo necesario en nuestra vida, porque incluye en nuestro  ánimo la conciencia, la sensatez, la necesidad  de mejorar , de ser cada vez más personas y más humanos y, por si fuera poco, el otoño no nos hunde en un túnel sin salida, porque llega el invierno y ¿qué nos trae el invierno?, pues alegría, felicidad, el dar aliento a nuestros sentimientos humanos, agradecer a los familiares y ánimos con la amistad, con nuestra fiestas navideñas, con la alegría de la nieve, con los regalos, con los buenos momentos familiares, en definitiva, el otoño nos hace mejores y nos encamina a ser más sensatos y nos impone la necesidad de conseguir ser más felices , y…. para ello, no se necesita nada más que dar por bien llegado el otoño que nos alimenta nuestro futuro y nos ayuda a que nuestros esfuerzos se vean compensados.

Feliz otoño y viva la caída de la hoja donde los árboles son los que nos demuestran su deber cumplido y nos animan a que es necesario pasar a una mejor vida y a una mejor situación, porque la madre naturaleza nos enseña que ha realizado su labor de desarrollo y se empeña y dispone a realizar una nueva fase y un nuevo periodo vegetativo de mayor esplendidez.

¡Viva el otoño!

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