Los narradores Primigenius hicieron las delicias del numeroso público asistente. Con una mezcla de música tradicional y álbumes ilustrados hicieron cantar, contar y disfrutar al público presente de una noche mágica de cuentos.
Más de cuarenta personas, tanto niños como adultos, mostraron su arte contando cuentos encima del escenario.
Por otro lado, los numerosos puestos de artesanía pudieron ofrecer su mejor catálogo de productos de todo tipo para hacer las delicias de cuantos los visitaron.
Además, aprovechando la ocasión, la exposición con la que el Centro Ocupacional Picazuelo y el Centro Carpe Diem celebran su XX aniversario, recibió multitud de visitas.






























