La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha otorgado a Su Majestad el rey Felipe VI nuestra distinción de honor por su compromiso y defensa de los servicios públicos, y en reconocimiento a su papel constitucional como garante de la unidad, nuestro estado de bienestar y la dignificación de las/os servidores públicos, en todos los niveles de las administraciones.
En una audiencia con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, una delegación de CSIF, encabezada por su presidente, Miguel Borra, ha puesto en valor el papel del jefe de Estado, especialmente en momentos muy difíciles para nuestro país, junto a Su Majestad la Reina: acompañando a las víctimas de catástrofes, visitando las zonas afectadas y mostrando apoyo directo y cercano al personal de emergencias y personal voluntario.
Recordamos especialmente la dana, los incendios forestales, la erupción del volcán en la isla de La Palma o la epidemia del Covid. Para CSIF, el papel de la Corona pone en valor y representa la generosidad, entrega y compromiso que caracteriza a la sociedad española en las circunstancias complicadas y trágicas de nuestro país.
Esta audiencia es muy relevante para CSIF también para evidenciar el reconocimiento, el respeto y el agradecimiento mutuo entre la Corona y los servidores públicos y para poner en valor la labor de trabajadores y trabajadoras de todas las administraciones y empresas públicas, poco reconocidos en sus condiciones laborales, lo que contrasta con su labor fundamental, que suele destacarse en momentos difíciles por parte de nuestros gobernantes, en medios de comunicación.
En la audiencia, la delegación de CSIF y el Rey tuvieron la oportunidad de analizar los principales retos de nuestras administraciones públicas y el reciente Acuerdo Marco por la Mejora del Empleo Público y el Servicio a la Ciudadanía, que ha permitido desbloquear la congelación salarial, el pago de retrasos de 2025, y un incremento salarial acumulado del 11,4 por ciento de aquí a 2028.
Entre los retos de nuestras administraciones públicas, CSIF señaló el deterioro de los servicios públicos (sanidad, educación, Administración General del Estado, entre otros) por falta de inversión adecuada, la excesiva politización de las administraciones (CSIF siempre ha defendido un pacto de Estado en materia de las Administraciones Públicas), el envejecimiento de las plantillas y necesidades de refuerzo de personal en ámbitos fundamentales como el SEPE, la Seguridad Social, la Sanidad; el abuso de la temporalidad, y la necesidad de reforzar las plantillas donde sea necesario, cumpliendo así con lo establecido en el Acuerdo, que elimina la actual tasa de reposición, la pérdida del poder adquisitivo desde la bajada de sueldo de 2010 o la demora en la resolución de los procesos selectivos pendientes.













