El 23 de julio de 2025 pasará a la historia del fútbol femenino español. En el estadio Letzigrund de Zúrich, España venció a Alemania por 1‑0 en la semifinal de la Eurocopa 2025, asegurando por primera vez en su historia un pase a la final de este prestigioso torneo continental.
Una gesta histórica en Zúrich
Este triunfo, logrado en la prórroga gracias a un golazo de Aitana Bonmatí en el minuto 113, rompe una «maldición»: hasta hoy, nunca habíamos logrado vencer a Alemania en la Eurocopa, acumulando ocho derrotas y tres empates en enfrentamientos oficiales. El gol decisivo vino tras una presión asfixiante y un brillante pase de Athenea del Castillo, que dejó sola a Bonmatí frente a la portera alemana Ann‑Katrin Berger.
La emoción fue inmensa: la selección española, plenamente consciente de la magnitud del logro, volvió a demostrar que su evolución no conoce techo.
Precedentes y contexto del partido
El peso histórico de Alemania
Alemania llegaba a este partido como una potencia indiscutible del fútbol femenino europeo. Ocho veces campeona de la Eurocopa, vigente subcampeona olímpica y siempre un rival letal en las grandes competiciones. Sin embargo, esta edición sufrió para afrontar el partido: la selección germana contaba con una nueva generación que, aunque prometedora, estaba mermada por lesiones y sanciones, lo que debilitó su estructura defensiva.
En el arco, Berger tuvo un torneo sobresaliente, incluso siendo considerada MVP del partido pese al gol encajado, tras hacer ocho salvadas de enorme mérito.
La evolución de la Roja
Nuestro equipo, dirigido por Montse Tomé, ha hecho del Mundial 2023 y la Nations League 2024 pasarelas hacia esta cumbre europea. Con los títulos de ambos torneos en el bolsillo, la Eurocopa parecía el siguiente paso lógico de un grupo que dicta su propio rumbo.
La fase de grupos se resolvió con un pleno, y en cuartos de final vencimos con claridad a Suiza. En semifinales, contra Alemania, se hizo evidente que el esfuerzo físico y el trabajo táctico habían marcado el camino.
Análisis del partido
Primer tiempo: equilibrio y resistencia
Durante los primeros 90 minutos, el partido estuvo marcado por la cautela, la solidez defensiva y la filosofía de posesión española. Dominamos la posesión — bastantes análisis indican alrededor del 67 % del tiempo de balón, con más de 630 pases frente a 257 de Alemania. Pero, a pesar de la ventaja técnica, la portería no se inauguró.
La defensa española, liderada por Irene Paredes, cuajó un gran rendimiento, llegando a estrellar un remate en el poste. En ataque, el intento de Alexia Putellas y otros lanzamientos lejanos no lograron romper el muro alemán, mientras Cata Coll, en su portería, mantuvo el marcador con dos paradas decisivas justo antes de la prórroga.
Prórroga y el momento decisivo
Con las fuerzas muy ajustadas al inicio de la prórroga, España supo imprimir intensidad. Con cambios tácticos como las entradas de Salma Paralluelo y Athenea del Castillo por Esther González y Claudia Pina, ganamos en frescura, dinamismo y velocidad.
Así fue como nació la jugada clave: presión alta, robo en campo rival, Athenea deja el balón a Bonmatí, que con definición quirúrgica anota desde ángulo cerrado al palo corto haciendo inútil la estirada de Berger.
Aitana Bonmatí, el faro de la selección
Aitana, doble Balón de Oro, demostró una vez más que cuando la presión aprieta es capaz de lucir con su ingenio técnico y mental. Supo leer el espacio, engañó a la portera con un sutil giro y definió con precisión. También reconoció que había estudiado a la portera alemana antes del remate.
Tras ese instante, una gran doble parada de Cata Coll sobre Wamser en el minuto 117 cerró toda puerta germana y garantizó el pase de España a la final.
Repercusiones tácticas y deportivas
Reflejo de un proyecto compacto
El triunfo ante Alemania confirma que el proyecto de Montse Tomé ha evolucionado desde su apuesta por la posesión y el juego combinativo hasta la consolidación de un bloque físico, intenso y táctico. Las variantes tácticas (presión, cambios y transiciones) fueron clave, al igual que mantener la solidez defensiva para resistir ante un rival fuerte.
Claves del rival para la final
La derrota alemana deja pistas tácticas que podrían aprovechar nuestros rivales en la final. Inglaterra, equipo más equilibrado y potente al contragolpe, ya estaría analizando las carencias defensivas que pudieron verse en algunos tramos del encuentro, por ejemplo, la poca velocidad ante transiciones rivales. Pero España también aprendió la lección: necesitaba más profundidad y pegada para solventar encuentros tan cerrados.
Camino hacia la final
El rival confirmado: Inglaterra
Tras superar a Italia en su semifinal, Inglaterra se convierte en el equipo rival en la final del 27 de julio (en el St. Jakob‑Park de Basilea). Tanto España como Inglaterra llegan en buena forma y ya están acostumbradas a medirse en finales —el antecedente más reciente fue la gran final del Mundial 2023, en la que España venció 1‑0.
Este será un choque de estilos: la picardía de Aitana y la posesión española frente al juego directo y físico inglés.
El estado del equipo y la moral
La selección femenina afronta la final con una moral elevada. Tras Mundial (2023), Nations League (2024) y esta semifinal, España se proyecta como favorita a completar un triplete histórico. Bonmatí y Coll, MVPs implicadas en el gol y las paradas, están en plena forma, y el resto del equipo ha asimilado una identidad firme y segura.
Jugadoras clave y momentos cúspide
- Aitana Bonmatí: líder técnico y mental; su gol definitivo la consagra como figura central.
- Cata Coll: guardiana del arco, blocó ocasiones vitales y aguantó con heroicidad en momentos clave.
- Athenea del Castillo y Salma Paralluelo: aportaron frescura en ataque, provocando el desequilibrio final de la prórroga.
- Irene Paredes: capitana y referente defensivo, sostuvo el equilibrio en todo momento.
Conclusión
En esencia, España vence a Alemania y jugará la final de la Eurocopa 2025 representa un hito para nuestro fútbol femenino. Lo que parecía un muro inversa, hoy es una rampa hacia la gloria. Con prórroga, con Madrid y con estrategia, nuestro equipo consolida una trayectoria ascendente marcada por el equilibrio entre técnica, táctica y temple emocional.
Este momento no sólo simboliza una victoria deportiva, sino la confirmación de un proyecto que pretende no quedarse en un éxito puntual, sino en una era dorada. La final contra Inglaterra será la prueba máxima: un duelo entre campeones del mundo y de Europa, entre estilos distintos y pasiones en juego.
Nosotros, como seguidores y observadores, asistimos a una final histórica. El domingo 27 de julio alrededor de las 18:00 h (hora local), en el St. Jakob‑Park de Basilea, el telón se levantará para ver si España completa el ciclo triunfal: ¿seremos campeones también en Europa?














