El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado este lunes su dimisión en una declaración institucional y ha pedido a PP y Vox que elijan nuevo presidente. “Ya no puedo más”, ha admitido. “Cometí errores y viviré con ellos toda mi vida, pero ninguno por cálculo político”, ha asegurado.
En una comparecencia ante los medios, el presidente de la Generalitat Valenciana realizó un balance personal tras cumplirse el primer aniversario de la devastadora riada que azotó la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2024. Durante su intervención, agradeció especialmente el apoyo de la Familia Real, destacando el respaldo constante del rey y la reina a la Comunidad Valenciana durante este difícil período.
«Quiero empezar agradeciendo, por supuesto, a su majestad su lealtad, su grandeza y el apoyo, insisto y reitero, a la Comunidad Valenciana en todo momento», expresó el presidente al inicio de su comparecencia. A lo largo de su intervención, hizo hincapié en la magnitud de la tragedia y en la enorme dificultad que supuso la reconstrucción material y emocional de la región.
La devastación de la riada: un «tsunami inimaginable»
El presidente calificó la riada como un «tsunami inimaginable», señalando que la destrucción causada por las intensas lluvias y el desbordamiento de los barrancos fue de tal magnitud que aún resulta difícil de visualizar. «Un territorio equivalente a todas las islas Baleares, destrozado completamente por el desbordamiento de un barranco mortal» comentó, destacando la furia de la naturaleza que la Comunidad Valenciana experimentó el 29 de octubre de 2024, algo nunca antes visto.
Según el presidente, la Generalitat Valenciana ha realizado «todo, absolutamente todo, lo humanamente posible» para restaurar las condiciones básicas de normalidad. A pesar de las enormes dificultades, subrayó que «jamás un Gobierno autonómico ha abordado un reto remotamente parecido» al que tuvo que afrontar la Comunidad Valenciana.
La falta de ayuda y la lucha por la reconstrucción
Uno de los puntos más duros de su discurso fue la crítica a la falta de apoyo del Gobierno central. El presidente recordó cómo, en los momentos más críticos, «la falta de ayuda en las dramáticas primeras horas fue clamorosa». Además, denunció que el Gobierno español solo autorizó a la Generalitat a endeudarse más, sin aportar recursos directos para la reconstrucción.
«Este despliegue lo estamos haciendo solos, sin una sola aportación a fondo perdido del Gobierno», lamentó, señalando la ausencia de un FLA extraordinario para financiar la recuperación. En su intervención, también destacó el esfuerzo de la Generalitat para reconstruir infraestructuras esenciales como colegios, centros de salud, puentes y carreteras, las cuales están en proceso de restauración o ya han sido reparadas.
Reconocimiento de errores y reflexiones personales
Tras un año de intenso trabajo y desafíos, el presidente dedicó una parte significativa de su comparecencia a reflexionar sobre su propia gestión durante los momentos más críticos. «Sé que cometí errores, los reconozco, y voy a vivir con ellos toda mi vida», admitió. Entre los errores reconocidos, mencionó la falta de una declaración de emergencia nacional y el permitir que se generaran «bulos muy dolorosos» por no haber dado explicaciones a tiempo.
Asimismo, confesó haber caído en la «ingenuidad manifiesta» de creer que recibir al Gobierno de manera amable aceleraría la ayuda, algo que, según su visión, fue un error estratégico. En cuanto a la gestión de la emergencia, recordó que, a pesar de las difíciles circunstancias, la Generalitat trabajó incansablemente para hacer frente a la devastación.
El futuro de la Comunidad Valenciana y el llamado a la unidad
El presidente concluyó su intervención apelando a la responsabilidad de la mayoría parlamentaria para elegir un nuevo presidente de la Generalitat, afirmando que su «vida, también la política, cambió el 29 de octubre para siempre». Expresó su voluntad de dar paso a una nueva etapa de la reconstrucción, liderada por quien pueda aportar la visión y el impulso necesarios.
«Ha sido un honor servir a mi tierra como presidente de la Generalitat», finalizó, agradeciendo a todos los que lo apoyaron en su labor y reiterando su compromiso con el futuro de la Comunidad Valenciana. La reconstrucción, subrayó, debe continuar, no solo en términos materiales, sino también en el ámbito emocional, para sanar las heridas causadas por esta tragedia que ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la región.
Con el trabajo de la Generalitat en marcha y la mirada puesta en el futuro, la Comunidad Valenciana sigue adelante, afrontando los retos de la reconstrucción con esperanza y determinación.
