Ya se puede ver el belén en la conocida capilla de San Antón, ubicada en la calle Doña Crisanta nº 33, un espacio que este año adquiere una especial relevancia al convertirse en homenaje al 450 aniversario de la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. El nacimiento ha sido realizado por el vicepresidente de la Hermandad de San Antón, Antonio Ligero, quien firma una propuesta cuidada al detalle, en la que confluyen devoción, historia local y simbolismo religioso.
Fiel al espíritu conmemorativo del aniversario, en la parte superior del conjunto se ha dispuesto un collage de fotografías históricas sobre la Iglesia, que invita al visitante a recorrer visualmente distintas etapas de la vida del templo. Estas imágenes, seleccionadas con criterio documental y afectivo, ofrecen una perspectiva gráfica de la evolución de la parroquia y establecen un diálogo directo entre el pasado y el presente de la comunidad.
En la parte inferior del belén se ha dado protagonismo a elementos profundamente ligados a la identidad local. Allí se encuentra “la libre con el tomillo”, descrita expresamente como uno de los símbolos de Tomelloso, que aporta una nota de arraigo y pertenencia al territorio. Esta presencia vegetal y animal refuerza la conexión entre la escena del Nacimiento y el paisaje manchego, integrando la tradición belenista con la memoria colectiva del municipio.
Junto a estos elementos, destaca también el gallo, definido en el propio montaje como el “primer y último animal en ver nacer y morir a Cristo”. Su inclusión añade una capa de significado teológico y simbólico, evocando la vigilancia, el anuncio de la luz y la dimensión pascual que enlaza el nacimiento de Jesús con el misterio de su muerte y resurrección. En ese contexto, el gallo se convierte en un testigo silencioso de los momentos clave de la vida de Cristo.
A los pies del Niño se han colocado unas flores blancas, “símbolo de recuerdo por todos nuestros difuntos”. Este gesto dota al belén de una dimensión de memoria y oración, invitando a los visitantes a tener presentes a sus seres queridos fallecidos durante estas fechas navideñas. La pureza del blanco subraya el carácter de homenaje y esperanza cristiana, y convierte este rincón del belén en un lugar particularmente emotivo.
El nacimiento permanecerá instalado hasta el 9 de enero, de manera que tanto vecinos como visitantes dispondrán de varias semanas para acercarse a contemplarlo con calma. Además, se ha dispuesto que podrá visitarse las 24 horas en la Capilla de San Antón, situada en la calle Doña Crisanta nº 33, facilitando el acceso en cualquier momento del día o de la noche y favoreciendo su difusión en entornos digitales, buscadores y plataformas informativas.
Con este belén conmemorativo, la Capilla de San Antón se consolida como un punto de referencia para quienes desean vivir la Navidad desde la tradición, la historia local y el recuerdo agradecido a los difuntos, en un entorno abierto de forma permanente a la visita y a la contemplación.























