El pasado lunes 17 de noviembre, la Asamblea local de Izquierda Unida mantuvo una reunión con el equipo de gobierno del municipio para obtener detalles sobre el proyecto de una planta de biometano que podría instalarse en la localidad. Tras la reunión, la portavoz del partido, Verónica Sánchez, expresó su preocupación por la falta de información tangible sobre el proyecto, asegurando que la reunión dejó más dudas que respuestas.
«Tras la reunión con el equipo de gobierno, hemos salido con más dudas de las que teníamos, ya que carecen de proyecto e información concreta«, declaró Sánchez. Durante el encuentro, los representantes del ayuntamiento, incluidos el alcalde Javier Navarro y el concejal Benjamín de Sebastián, insistieron en los beneficios que aportaría la planta. Según la versión oficial, la planta sería una solución a la gran cantidad de contaminación generada por las alcoholeras y cooperativas vinícolas de la zona, lo que ha llevado al ayuntamiento a pagar elevadas multas por la contaminación.
A pesar de estos argumentos, desde la Asamblea local de Izquierda Unida expresaron serias reservas. «Nos han dicho que la cantidad de contaminación que generan las alcoholeras es muchísima, lo que ha ocasionado que el ayuntamiento pague grandes multas. Por eso, nos explicaron que es tan urgente crear la planta«, afirmaron desde la organización. Sin embargo, los miembros de Izquierda Unida no ven la urgencia ni la necesidad de llevar adelante el proyecto debido a la ausencia de un plan concreto, tanto por parte del ayuntamiento como de la empresa interesada en su construcción.
«Hay una parte importante de la comunidad científica que advierte sobre los posibles problemas de contaminación que podría generar esta planta, y estos son aspectos que debemos tener muy en cuenta«, agregó Verónica Sánchez.
La asamblea también ha mostrado dudas sobre la identidad de la empresa encargada de llevar a cabo el proyecto. Según afirman, se trata de un fondo de inversión que podría estar más interesado en enriquecerse que en contribuir al bienestar de la comunidad. «Mientras no tengamos la información verificada correspondiente, estamos en desacuerdo y en contra de la realización de dicha planta, ya que afectaría a dos pilares fundamentales de la población: el turismo y la agricultura de la zona«, concluyeron.
La propuesta de la planta de biometano continúa siendo un tema polémico en la comunidad local. Mientras el equipo de gobierno insiste en sus beneficios ambientales y económicos, la Asamblea local de Izquierda Unida se mantiene firme en su posición de exigir mayor transparencia y seguridad antes de tomar cualquier decisión.













