El Día Internacional del Voluntariado, celebrado el 5 de diciembre, volvió a servir como marco para subrayar un compromiso que, aunque no figure bajo una etiqueta formal, se mantiene firme desde hace una década. En la sede de Cruz Roja Tomelloso, y con presencia de representantes de Black-Lab Tattoo y de la entidad humanitaria, se puso en valor la trayectoria de Aurelio Moreno, impulsor de una campaña navideña que, año tras año, busca acercar regalos a niños y niñas que viven en contextos de vulnerabilidad.
La delegada de Cruz roja en Tomelloso, Carmen Eugercios, destacó que, aun sin estar inscrito como voluntario dentro de un programa específico, su continuidad lo ha convertido en una pieza clave en estas fechas. Ensalzó su aportación como “diez años de compromiso, de generosidad y de trabajo silencioso”, una colaboración que se refuerza cada Navidad con el objetivo de que los menores en exclusión social no queden al margen del simbolismo y la ilusión propios de estas semanas.
La campaña se articula a través de una propuesta tan directa como eficaz: “un tatuaje por un juguete”. En palabras trasladadas durante la comparecencia, la iniciativa conecta arte y solidaridad para que muchas familias, que no pueden asumir determinados gastos, encuentren un respiro emocional en Navidad. En ese contexto, se insistió en el valor social de la acción: “un juguete, una ilusión y un niño feliz”, resumieron desde el equipo implicado, recordando que la meta es que cada entrega se traduzca en una sonrisa concreta.
Cruz Roja Tomelloso quiso, además, hacer público un agradecimiento que hasta ahora no se había formalizado de manera abierta. La entidad expresó su voluntad de reconocer de forma explícita la aportación de Black-Lab Tattoo y su equipo, y de animar a que el proyecto continúe en el tiempo. “No queríamos dejar pasar otra Navidad sin agradecer profundamente su labor”, se recalcó durante la intervención institucional, insistiendo en el deseo de que esta alianza solidaria “se siga haciendo muchísimos años más”.
Por parte del estudio, se subrayó el carácter colectivo del proyecto y su recorrido reciente en la actual etapa: “Esto es un trabajo de equipo”, se señaló. Desde Black-Lab Tattoo se explicó que la dinámica se sostiene gracias a la coordinación interna y a la implicación de varios profesionales del estudio, así como de colaboradores habituales en otras acciones. Los responsables recordaron que el funcionamiento seguirá la misma mecánica que en ediciones anteriores, cuidando el orden de atención y priorizando la recogida de juguetes como finalidad principal.
En cuanto a la participación ciudadana, se detalló que las personas interesadas deberán entregar un juguete nuevo con un valor mínimo de 25 euros, acompañado de ticket de compra para posibles cambios si fuera necesario. Se hizo también una indicación expresa sobre el tipo de juguete: “que no sea ni sexista ni bélico”. A partir de ahí, se accederá a una selección de diseños y se asignará cita por orden, dentro de las posibilidades del equipo. Asimismo, se recordó que quienes no obtengan turno para tatuarse también podrán colaborar igualmente entregando su juguete, ya que el objetivo es maximizar la recogida.
La organización horaria comunicada para la jornada solidaria será el viernes 30 de diciembre de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, con un dispositivo preparado para atender la alta demanda que suele registrarse. Desde el estudio se reconoció que se trata de un día intenso: mucho público, mucho trabajo y un cierre inevitablemente agotador, aunque la experiencia se vive con satisfacción por la respuesta social y el clima de cooperación que se genera alrededor de una causa común.
La comparecencia sirvió también para anunciar novedades en el ámbito profesional del estudio. Black-Lab Tattoo adelantó que, a partir de enero, incorporará un nuevo servicio de micropigmentación (ojos, cejas, labios), de la mano de una nueva integrante del equipo. Además, se reiteró la continuidad de otras acciones sociales vinculadas al ámbito del tatuaje de la aureola del pezón para afectadas por cáncer de mama.
Con todo ello, la rueda de prensa celebrada en la sede de Cruz Roja Tomelloso dejó un mensaje central: cuando el compromiso se sostiene en el tiempo, deja de ser un gesto puntual para convertirse en una red real de apoyo. Y en Navidad, esa red puede significar, literalmente, un regalo en manos de un niño que lo espera.

















