9.2 C
Tomelloso
jueves, diciembre 4, 2025
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img
Feria y Fiestas de Tomelloso 2025Feria y Fiestas de Tomelloso 2025Feria y Fiestas de Tomelloso 2025Feria y Fiestas de Tomelloso 2025
-Publicidad-Cooperativa Bodega y almazara Virgen de las Viñas
Cooperativa Bodega y almazara Virgen de las Viñas
Cooperativa Bodega y almazara Virgen de las Viñas

Las cuevas de Tomelloso: «Un orgulloso patrimonio de esfuerzo y sacrificio humano (XXXVIII)»

Terminada la fermentación del mosto y realizada la labor de relleno, así como el resto de bazuqueos y removido de la masa devino y las lías han quedado depositadas en el fondo de las tinajas, llega el proceso de proteger el vino para evitar que pudiera ocurrir la aparición de defectos o alteraciones que perjudiquen la calidad obtenida.

Para prever y evitar estas posibles situaciones se procedía al cerramiento cubrición de las bocas de las tinajas y efectuar la protección de las mismas.

Lógicamente se utilizaban distintos tipos de cierres, desde las más simples que se utilizaron comenzando con el simple uso de tablas de madera insertadas que se preparaban de forma sencilla y artesana, que incluso existieron de dos tipos: las tablas de madera preparadas de forma simple con acoplamiento entre ellos sencilla hasta los tipos provenientes de talleres de ebanistería de mayor consistencia. Otras de las protecciones eran preparadas específicamente y recibieron diferentes nombres usuales: “sombreros”, “tapas” y “capachos” y que eran de distintos materiales, aunque los más comunes y utilizados de forma más frecuente eran los de plástico rígido, los elaborados con pleita, los elaborados con paja de centeno, los de esparto y los de plástico y de goma elástica.

 Los llamados capachos de plástico rígido, se cerraban a presión, para lo que se hacía en primera postura acoplándolos sobre un lado y se cerraba por el lado opuesto, realizando una pequeña presión.

 Los de pleita y cañas de centeno se encontraban de varios modelos, desde las que eran totalmente planas, hasta otras conocidas con el nombre de “gorrillos”, que eran de forma cóncava y de forma muy original con un saliente en el centro de la circunferencia para poderlo asir con facilidad. Llevaban asas en su parte central y se conocieron las realizadas en la localidad de Almagro, que gozaban de gran fama y uso.

 Los elaborados con esparto eran muy artesanales, con un gran trenzado y suficiente permeabilidad que permitía la aireación que posibilitaba la entrada del aire.

Finalmente, de forma más simple, se realizaba el cerramiento de las tinajas con una lámina de plástico cuadrado que se cerraba mediante una goma estrecha y algo rígida y permitía ver el contenido del líquido de la tinaja, soltando un lado de la lámina para volver la a introducir dentro de la goma sin tener que quitarla en su totalidad.

Las tinajas vaciadas y limpiadas, también se cerraban para dejarlas preparadas para la campaña siguiente utilizando plástico negro sujetado en todo su perímetro con un cinto de goma elástica.

Todas las tinajas estaban terminas en su boca, inmediatamente debajo de la misma, por su parte exterior con una rebaja en forma de canal que permitía facilitar el ajuste de las gomas elásticas o cintas de protección de los capachos de plástico. Hay que recordar que esta rebaja en la superficie permitía también dar facilidad para el manejo y transporte de las tinajas de barro.


Nuestros próximos artículos seguirán valorando la importancia de otros aspectos que han conllevado la historia de nuestras cuevas.

Últimas noticias