Tinajas de cemento
Las primeras cuevas se llenaron con tinajas de barro, que como todos sabemos provenían, ya confeccionadas, principalmente de Villarrobledo y siguieron existiendo durante bastantes años, hasta que en el año 1915 se comenzaron a construir las tinajas en el misma cueva, en este caso de cemento en lugar de barro. Estas tinajas las comenzaron a construir unos valencianos de la familia Ferrer, que tenían experiencia, no precisamente en tinajas, sino en depósitos cuadrados de cemento, pero los agricultores pensaron que para ahorrar espacio y ganar volumen se podían construir también con cemento tinajas similares a las de barro. Fue ya en el año 1920 cuando se generalizó la construcción de estas tinajas y los cinco siguientes años fueron cuando mayor incremento de ellas se produjo.
Una vez construida la tinaja era necesario colocarla en su sitio definitivo, lo que suponía un gran trabajo, lo que se conseguía apoyando las espaldas de varios operarios en la tinaja y a base de giros de un lado a otro se conseguía emplazarla en su espacio preparado. Los obreros se protegían para tal esfuerzo con sacos, espuertas u otras piezas almohadilladas pegadas a su cuerpo, para evitar lesiones innecesarias.
















