Pasamos a repasar algunas particularidades de ciertas zonas de las cuevas que tienen su importancia y conservan sus características especiales que son interesantes de conocer.
La entrada a la escalera cuando estaba sin uso, se cubría con una pieza metálica o de madera, simple de una pieza o de dos, de forma rectangular y con apertura lateral del lado más largo y abisagrada.
Las escaleras de acceso son excavadas una vez terminadas las cuevas.
Es importante recordar que, incluso antes de la construcción de las primeras cuevas ya existían los llamados “sótanos”, que eran pequeñas excavaciones en el suelo donde se almacenaban alimentos y conservas.
Generalmente, en la mayoría de las cuevas, la escalera se orientaba de forma perpendicular al largo de la cueva y ya hemos comentado en otros artículos el número de escalones, sus dimensiones y su ángulo de inclinación
Añadimos algunas particularidades. En el acceso a los laterales, en la parte alta de las tinajas cuando existen pasillos o minas, suele haber un descansillo de un poco mayor amplitud.
En esa pequeña zona suele encontrarse una especie de pequeña plancha de hierro con cuatro patas, que era usada como soporte del conocido ventilador de las cuevas y que se utilizaba para eliminar el tufo de las mismas. El ventilados era de tres aletas o aspas, con protección o sin ella, y que se ubicaba en el descansillo, al inicio de la cueva y en el suelo, aunque se hace necesario recordar que, antes de la existencia de luz eléctrica, durante la fermentación, se disponía de lumbre en unos recipientes planos de hierro, donde se encendía leña, que era necesario mantener siempre encendida para conocer el estado de oxígeno y que en esas piezas se aprovechaban para guisar el almuerzo y cocinar la comida en su caso.
Para poder bajar a la cueva con garantías de la no existencia de tufo y, cuando no existía luz eléctrica, se utilizaban los candiles que existían de varios tipos: los de carburo, los de aceite, los de mecha y los llamados de fli, que, además de alumbrar confirmaban la presencia de tufo al apagarse la llama o bien los manojos de paquetes de gavillas de cepas secas.
Es frecuente encontrar en la entrada de la cueva, al inicio de la bajada a la escalera, las llamadas despensas, que era una especie de armarios con tablas de madera de madera a un lado de la pared revestidos por su parte frontal de una malla metálica para evitar la entrada de mosquitos y donde se conservaban alimentos.
También existían fresqueras que se construían a mitad de la escalera en huecos de la roca, de pequeño volumen de tamaño de 2 metros y 1,5 de alto, donde incluso se disponían de unas estanterías igualmente protegidas, por una puerta de madera con malla metálica.
También se utilizaban coladores que eran unos pequeños recipientes de barro, donde se encerraban algunos productos de huerta como pimientos, tomates, pepinos, cebollas.
En algunas cuevas más actualizadas se dispone de pasamanos a derecha e izquierda de la escalera para facilitar el acceso a las cuevas, bien de madera o de metal y que , actualmente, se están actualizando en las cuevas que aún se conservan.
En general, los escalones de acceso que eran de la propia tierra de las cuevas iban desgastándose y quedándose planas y también desmoronándose y quebrándose, que impedía su acceso a la cueva pasando peligro, por lo que se iban arreglando con pequeñas losas adecuadas, en algunos casos de verdadero gusto y belleza decorativa.
Continuaremos con nuevos artículos para ir completando todas las distintas peculiaridades de nuestras cuevas aun sin describir.